El Espacio Europeo de Datos Sanitarios está a punto de entrar en vigor. Su objetivo es mejorar la asistencia sanitaria y la investigación biomédica en la UE, con garantías en la protección de la información. Para Juan Fernando Muñoz, secretario General de Salud Digital del Ministerio de Sanidad, es oportunidad para demostrar la pujanza en este ámbito y para garantizar la viabilidad económica.
“Necesitamos una estrategia de salud digital para que nuestro sistema de salud sea sostenible: tenemos retos como una mayor complejidad médica, con un incremento de la esperanza de vida y un aumento de la movilidad de la ciudadanía europea. Necesitamos un aumento de 11 millones de trabajadores sanitarios. Y, además, es precisa una digitalización y accesibilidad de los servicios”, apuntó en la jornada de la Asociación de Salud Digital, celebrada recientemente.
Como recalcó, la pandemia impulsó los cambios hacia una coordinación única, trabajando de manera colaborativa y en un marco de procesos. La regulación europea basada en datos fue la palanca definitiva para implantar la salud digital, la interoperabilidad entre territorios y países, con una transformación del modelo sanitario y garantizar su sostenibilidad, tratando al paciente crónico de otra manera, con una atención digital personalizada. Como resumió, “la tecnología tiene la capacidad de hacérselo más fácil al paciente”.
Otra gran realidad que se está imponiendo es la genómica. “Ya es el presente y lo estamos ordenando: como dice el profesor Carracedo, ahora todas las enfermedades son raras, porque todas están asociadas a la variante genética. Y es precisa una aproximación genómica para proporcionar el tratamiento preciso”.
Novedades del reglamento
En cuanto a las novedades del nuevo reglamento europeo, destacó el ámbito de los derechos de las personas, en el que pueden consultarse de manera gratuita los datos (añadiendo y transfiriendo si es preciso), pueden autorizar representantes (pendiente de cerrar en España), pueden conocer los accesos a sus datos y pueden solicitar copias en formato HCE.
En cuanto a las obligaciones de los Estados, deben facilitar un servicio de acceso gratuito y con posibilidad de representación, han de establecer normas para los profesionales y acceso a categorías prioritarias, deben incluir la identificación electrónica EIDAS2, adherirse a MiSalud@UE e incorporar a todos los proveedores de asistencia sanitaria.
Respecto a los profesionales y proveedores de asistencia tanto públicos como privados, se impone el uso de sistemas HCE y tener los datos actualizados e incorporarse al sistema nacional MiSalud@UE.
Mejores datos sanitarios del mundo
En la actualidad, hay más de 30 servicios digitales disponibles a través del nodo de interoperabilidad del Sistema Nacional de Salud, con 49 millones de usuarios dados de alta en la Tarjeta Sanitaria Individual, lo que lo convierte en la mayor y más detallada base de datos de España “superando incluso a la del DNI. De hecho, contamos con unos de los mejores datos sanitarios del mundo”.
Un aspecto que destacó Muñoz es el liderazgo español en Europa en el uso primario de la información. “Tenemos los deberes hechos y cumplimos muchos de los requisitos del reglamento europeo. Nuestras 18 comunidades autónomas son 18 aceleradores de transformación y, por ejemplo, Baleares ha liderado la Estrategia de Ciberguridad tras el ataque al Hospital Son Llatzer. Y se está abordando también un aspecto tan importante como la seguridad de los dispositivos médicos”, subrayó.
Como recordó, el cambio impulsado durante la pandemia permitió ofrecer a Europa objetivos más ambiciosos, definiendo itinerarios sanitarios y diseñando las herramientas precisas para fomentar el autocuidado, en un trabajo conjunto de 70 proyectos de las diferentes comunidades autónomas.
Entre ellos, destaca el proyecto ÚNICAS para atender en el centro de salud a los pacientes pediátricos con enfermedades raras, promoviendo que viajen los datos y ahorrando desplazamientos. Otra iniciativa destacada es SiGenES, para la integración de la información genómica en el SNS, dividida a su vez en 18 proyectos.
Uso secundario de datos
En cuanto al uso secundario de datos, las claves se centran en el opt-out, en el opt-in y en cómo se accede a la información. “Lo que se va a hacer es coger toda la información clínica existente y ponerla a disposición de la investigación, del diseño y de la evaluación de las políticas públicas, además de la estadística sanitaria, con tenedores de datos. Y mediado por las autoridades de acceso a datos“, resumió.
“El Reglamento Europeo de Datos de Salud va a suponer nuevos derechos para los ciudadanos y nuevas obligaciones para los Estados, para los prestadores de atención sanitaria y para los titulares de datos de salud. Armonizar el contenido jurídico no hay sido fácil, pero los fondos han ayudado”, concluyó Muñoz.
Diferentes fuentes consultadas por Demócrata Pro se han mostrado favorables a la iniciativa. Así, Amelia Martín Uranga, directora de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria ha indicado que es “una gran oportunidad para la sociedad española, porque puede permitir situar a España como líder mundial en salud basada en datos” y liderar esta iniciativa europea.
“Todos los cambios disruptivos implican retos, como la privacidad y el manejo de información, el opt-in y el opt-out. Pero hay mucha ilusión, es una gran oportunidad para enfocarse en itinerarios y en centrarse en estratificación de los problemas y en tener, de verdad, al paciente en el centro”, señala Pedro Carrascal, director general de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP)
Federico de Montalvo es catedrático en la Universidad Pontificia de Comillas y experto en aspectos éticos. También considera el reglamento europeo como “una muy buena norma porque va a permitir la interoperabilidad y el uso secundario de datos de salud. La asistencia transfronteriza va a seguir siendo algo menor, porque vamos a querer seguir siendo atendidos en nuestro país. La barrera idiomática es muy importante en el ámbito de la salud. Más que para crear un marco asistencial, va a ayudar a crear un marco para usar los datos en beneficio de todos. Va a hacer más Europa. Una Europa de datos”.





