“Los españoles quieren tener luz y que sea barata”, quien hace esta afirmación tan obvia como necesaria es el director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso. Con las medidas tomadas por Red Eléctrica tras el apagón del 28 de abril (el conocido como ‘sistema reforzado’) se garantiza, teóricamente, la primera pretensión, pero el aumento en el precio de la luz pone muy en duda la consecución de la segunda.
Con declaraciones de Donoso y de la OCU, Demócrata trata de traducir –huyendo del lenguaje más técnico e incomprensible para el común de los mortales– en qué consiste ese ‘sistema reforzado’ y, sobre todo, por qué está provocando el engordamiento de la factura eléctrica.
¿Por qué hubo un apagón en España?
Para entenderlo, primero hay que comprender por qué España fundió a negro ese ya famoso lunes de abril. Lo explica, en conversación con este medio, José Donoso: “Por prevención ante cualquier incidente, el sistema siempre tiene alerta, y listas para actuar, a unas cuantas centrales convencionales. Digamos que son unos bomberos que están de guardia por si hay un incendio”.
El 28 de abril, apunta en su informe al respecto Red Eléctrica (REE), hubo “varios elementos relevantes que llevaron al colapso del sistema: dos oscilaciones forzadas desencadenadas por posibles anomalías internas de alguna planta de generación y tres eventos de pérdidas de generación”.
Ese día, subraya Donoso, Red Eléctrica había previsto que hubiera 10 centrales convencionales listas para actuar. Una de ellas, directamente “se quedó en fuera de juego desde el día anterior, pero el operador del sistema creyó que con nueve sería suficiente”.
Cuando acaeció el incidente inesperado, “ocho actuaron de forma eficiente y una lo hizo al revés: aumentó la tensión”, relata el director general de la UNEF.
Las energías renovables
Para Donoso, lo sucedido se podría haber evitado si hubieran intervenido las energías renovables, “cuyas plantas disponen de los equipos para hacer el trabajo que hacen las centrales convencionales, es decir, regular la tensión”, asegura.
¿Por qué no actuaron las plantas renovables? Porque faltaba una regulación que lo permitiera. En concreto, el Procedimiento de Operación (PO) 7.4 que, como apuntó el director general en el pasado Foro Solar de la UNEF, “permitirá a las renovables participar en el control de tensión, lo que ayudará a contar con un sistema más seguro, confiable y flexible”.
A raíz del apagón, se aceleró la tramitación del PO, que, finalmente, fue aprobado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el pasado mes de junio y entrará en vigor en el primer trimestre de 2026. Ergo, agrega Donoso, en 2026 entrarán en juego las renovables y eso hará que se diversifique la oferta y baje el precio.
¿Qué ha hecho Red Eléctrica?
Lo anterior sucederá en 2026 pero, hasta ese momento, REE ha tenido que tomar medidas para evitar futuros apagones. Y, como informan en la OCU, se ha optado “por aumentar el número de centrales alerta para asegurar la estabilidad del suministro”. Estas centrales son fundamentalmente centrales de gas e hidráulicas. Por eso, añaden, “Red Eléctrica, en determinados momentos, debe retirar la producción de algunas plantas fotovoltaicas para ser sustituidas por otras”.
Esas centrales reciben una compensación económica por estar preparadas. En palabras de Donoso, ese pago ha pasado de 240 a 2.400 millones de euros en 2024 y ya va por los 3.000 en el año actual.
¿Por qué sube el precio de la luz?
Esas medidas para dar seguridad al servicio eléctrico (denominadas ‘servicios de ajuste’) siempre han existido y las comercializadoras están obligadas a trasladar ese coste cuando fijan sus tarifas. Desde abril, indican en la OCU, el precio de los servicios de ajuste ha superado algún mes los 20 euros/MWh (2 céntimos adicionales al precio del kWh consumido).
Si se traslada este coste por MWh al impacto en una factura media (292 kWh al mes), la diferencia en lo que se paga por estos servicios entre las facturas de 2024 y las de 2025 ha pasado de ser de tan solo unos céntimos en los primeros meses del año hasta casi 5 euros en las facturas de mayo.
Hasta ahora, los usuarios con PVPC acumulan un sobrecoste de 14,31 euros en sus facturas y los del mercado libre 13,06 euros. De mantenerse esta tendencia, el sobrecoste en las facturas anuales con PVPC sería de 28,62 euros y de 26,12 euros en las del mercado libre.
Es previsible que este incremento de costes se mantenga en el tiempo, pues Red Eléctrica ha solicitado a la CNMC que cambie con urgencia los protocolos para aumentar la seguridad de la red con el fin de evitar posibles apagones, ya que se siguen produciendo episodios de inestabilidad. Es lo que se ha llamado ‘sistema re-reforzado’.
¿Cómo afecta a las facturas?
En la OCU destacan que, si estás en el mercado regulado, ya habrás notado ese sobrecoste porque se ha trasladado automáticamente al precio de la energía que estás pagando. Si estás en el mercado libre y tienes una tarifa que está indexada con el mercado mayorista, también te habrán trasladado este incremento.
Sin embargo, a los usuarios que tienen acordado con su comercializadora un precio fijo por su energía para todo el año, no les han podido aplicar ese incremento, aunque es probable, advierten, que, en el futuro, se oferten precios más altos para los nuevos contratos o a la hora de renovar los ya vigentes.
Descifrando la factura energética
Para completar este intento de hacer entendible un modelo tan complejo como el del sistema eléctrico español, es conveniente comprender qué es lo que se cobra en la factura de la luz. En el webinar El mercado energético y los nuevos costes regulados de 2025, organizado por Octopus Energy a principios del año actual, lo explicaron así:
“En la factura hay dos componentes principales, el término de energía (cuyo coste varía en función de lo que se consuma) y el término de potencia (se factura dependiendo del uso de la red que se demande). Y luego hay subcomponentes, que, dentro del término de energía, son el coste de la electricidad (precio de la luz) los peajes de acceso a la red (por hacer uso de la red se paga un canon) y, por último, los cargos, que son, por ejemplo, el tratamiento de los residuos radioactivos”.
Trayendo esta explicación a la actualidad, las comercializadoras independientes han solicitado que ese sobrecoste por los ‘servicios de ajuste’ se regule como cargos y no como parte del precio de la energía. De este modo, comentan, ese sobrecoste estaría regulado y sería posible hacer una previsión a principios de año, pero, principalmente, establecería incentivos para optimizar estos ajustes, que implica el sobrecoste, por parte de Red Eléctrica.







