Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular, sería la primera fuerza en las elecciones al Congreso de los Diputados de celebrarse en estos momentos los comicios con un estimación de voto de en torno al 33%. El PSOE recorta distancias y se movería alrededor del 26-27%. Por su parte, Vox (14%) y Sumar (13%) se mantiene en números similares a los de hace un par se semanas, según los datos del agregador de encuestas para las elecciones generales del 23-J elaborado por Demócrata a partir de más de quinientos treinta sondeos electorales publicados en diferentes medios desde finales de 2019.
Durante los trabajos de campo de las encuestas conocidas en la última quincena, el PP se ha visto inmerso en las negociaciones con Vox para formar gobierno en diferente comunidades autónomas, se han constituido los nuevos ayuntamientos (con lo que a nivel de pactos ha significado para cada partido) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha intensificado su presencia en medios con la concesión de numerosas entrevistas.
Al margen de cómo hayan podido influir cada uno de esos eventos en la intención de voto, es un hecho que los populares se han estancado (si no retrocedido) en unos niveles similares a los de la repetición electoral de 2016, las últimas a las que se presentó mariano Rajoy. De momento se mantiene el trasvase de votos desde el PSOE al PP, una de las claves que explican el liderazgo de Feijóo en los sondeos.
Mejor le han ido las cosas en las semanas previas al inicio de la campaña electoral a Sánchez, que prosigue el ascenso continuado que ya se vislumbraba en la anterior entrega del agregador de encuestas de este diario. Los socialistas superan con comodidad la barrera del 26% en la mayoría de estudios demoscópicos.
En la disputa por la tercera plaza, clave para conseguir escaño en las provincias que reparten 5-6 diputados, no hay movimientos significativos. Vox se mantiene estable en el 14% y el crecimiento de Sumar se ha detenido en el 13%. De las matrices de transferencia de votos de sondeos como el último de 40dB para Prisa o el de Sociométrica para El Español puede concluirse que parte de la mejora del PSOE se estaría cimentando a costa de atraer votantes que en las anteriores generales se decantaron por Unidas Podemos o Más País.
El análisis de los datos del promedio diario [ver metodología al final del artículo], más sensible a las variaciones entre encuestas que el semanal, pero más ágil a la hora de captar cambios de tendencia, apuntala la tendencia alcista de los socialistas que ya rozarían el 27% de intención de voto.
La izquierda recupera terreno
Por bloques ideológicos, las diferencias continúan siendo amplias a favor de la parte derecha del arco parlamentario. No obstante, se habría quebrado la inercia ascendente de la suma de PP+Vox+UPN iniciada tras las municipales y autonómicas del 28-M, que se tradujo en un momento "luna de miel" entre los populares y el electorado. Un dato llamativo del último trabajo de 40db es la fracción de votantes de Ciudadanos en 2019 que ahora escogerían la papeleta de PP o Vox: el 55%, diez puntos menos que en el sondeo publicada en El País y Cadena SER hace un par de semanas.
Las formaciones de la parte izquierda del espectro ideológico siguen recortando distancias, sobre todo gracias al PSOE, que más allá de atraer votantes desde su margen izquierdo logra activar a una parte de quienes confiaron en Sánchez en 2019 y hasta ahora se mantenían indecisos. Así las cosas, el bloque de derecha perdería un punto respecto a hace dos semanas (47%) mientras que la izquierda ronda el 41%.
CÓMO SE HIZO ESTA INFORMACIÓN El agregador de encuestas de Demócrata recopila los datos de 543 trabajos demoscópicos publicados desde 2019. El promedio de intención de voto para cada formación se estima a partir de un modelo que aplica a la información de cada encuesta tres factores de ponderación: tiempo, muestra y fiabilidad de la empresa encuestadora. Para el cálculo de cada uno de los promedios a lo largo del tiempo se utiliza una media móvil que incluye la información de los sondeos difundidos durante los 30 días anteriores. El peso de los estudios decae a medida que su trabajo de campo se aleja de la fecha de cálculo. Por otro lado, las encuestas también ganan o pierden peso en función del tamaño de la muestra. No se incluyen en ningún caso estudios con menos de 800 entrevistas, que no incluyan en su ficha técnica detalles como la fecha del trabajo de campo, el tamaño de la muestra o el método de entrevista, como tampoco se contemplan sondeos internos de formaciones políticas o difundidos en exclusiva por partidos. Por último, se introduce un tercer factor de corrección elaborado a partir de la fiabilidad que en el pasado han demostrado cada una de las empresas. Aunque una de las ventajas de promediar diferentes estudios de opinión es que de esa manera se diluyen o reducen los sesgos o efectos de los diferentes modelos de estimación de voto, el modelo de promedios de este diario rebaja el peso de aquellas encuestadoras con menor grado de acierto en las últimas generales. Para el caso del CIS, se han excluido las estimaciones de voto elaboradas por el organismo público dado su evidente sesgo. Sí se incluye desde junio una estimación de voto alternativa a la oficial hecha con los datos del estudio del centro de investigaciones, a partir del último modelo utilizado por el propio CIS antes de la designación de José Félix Tezanos como presidente. La agregación de intención de voto por bloques ideológicos se hace de la siguiente forma: a lo largo de la serie temporal, la izquierda incluye a PSOE, Unidas Podemos, Más País y, desde abril de 2023, a Podemos y Sumar. Por el lado de la derecha, se suman los datos de cada encuesta de PP, Vox, Cs y, cuando están disponibles, los de Navarra Suma/UPN.