¿Cuánto cobra un asesor en el Congreso? De 32.000 euros a 63.500 euros, los salarios del personal eventual contratado por la Cámara

Demócrata publica en exclusiva las retribuciones del personal de los grupos parlamentarios a cargo del presupuesto de la Cámara Baja. El PSOE ha cedido seis asesores a ERC

Ilustración de FLAT26

Cuánto cobran los asesores de los diputados es una pregunta que dirigida al Congreso siempre terminaba de la misma manera: con una negativa. Las retribuciones de estos trabajadores, que contrata la Cámara Baja a petición de los parlamentarios, son algo que el Congreso ha denegado por sistema amparándose en la protección de datos personales. Hasta ahora. Demócrata publica por primera vez las tablas salariales y otros detalles del personal eventual del Congreso de los Diputados.

El programa de asistencia a los diputados fue creado, en virtud del artículo 2 del Estatuto del personal de las Cortes, para «la asistencia directa y de confianza a los miembros de las Mesas». En febrero de 1997, la Mesa del Congreso decidió extenderlo a los grupos parlamentarios. En estos momentos, tienen derecho a proponer gente para su contratación los miembros del órgano rector, las direcciones de cada uno de los grupos con representación y los presidentes de las comisiones.

La Mesa aprobó la cesión de asistentes entre grupos, una facultad que hasta ahora solo ha ejercido el PSOE para entregar seis al Grupo Republicano

La identidad de cada uno de estos empleados se conoce a través de los actos de nombramientos y ceses que se publican en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Sin embargo, sus percepciones salariales no son difundidas públicamente.

¿Cuánto cobran los asesores de los diputados?

El personal eventual que asiste a grupos, presidentes de comisión y secretarías y vicepresidencias de Mesa se organiza en una escala de categorías retributivas. La figura base es la de asistente, con un sueldo mensual de 2.270 euros brutos al mes y 14 pagas (31.778 euros anuales), según los datos obtenidos por Demócrata en respuesta a una petición de acceso a información pública dirigida al Congreso.

A partir de la categoría base se asciende en el escalafón (hay otros tres grados de asistente: nivel A, B y C) mediante la categoría de asistente-técnico (también contempla cuatro niveles) y la de asesor. La percepción económica del asistente técnico es un 50% superior a la del asistente raso y la del asesor es de un 100% (cobran el doble).

Las cifras son muy similares (un poco más altas) a las percibidas por el personal eventual que presta servicio para los grupos parlamentarios del Senado, una información que también reveló en primicia este diario hace unos meses. En el caso de las personas propuestas por los grupos, su categoría retributiva la decide la dirección del grupo.

¿Cómo se reparte el personal eventual del Congreso?

Al comienzo de la legislatura, la Mesa del Congreso acordó una cuota máxima de asistentes igual al número de diputados que tenga cada grupo parlamentario (350). Además, en esa misma reunión del 18 de agosto, la mayoría de la Mesa (dominada por PSOE y Sumar) decidió introducir uno adicional para los grupos de 10 o menos diputados (incluido el Mixto) bajo la figura del coordinador de grupo, con categoría retributiva equivalente a la de asistente técnico. En total, hasta 355 personas para apoyo a los grupos parlamentarios frente a los 317 de la anterior legislatura.

Sin superar esa cuota máxima, cada grupo puede organizarse como crea conveniente. De esta forma, se permite reconvertir puestos con retribución de asistente raso en otras categorías retributivas. La dirección de cada bancada puede decidir cómo gasta o emplea esos módulos según la tabla anterior de equivalencias. Así, cada empleado percibirá un sueldo en función de la categoría que quieran asignarle.

El acuerdo de la Mesa para esta legislatura permite reconvertir tres puestos de asistente en dos de asistente-técnico o dos de asistente en uno de asesor. Otras combinaciones posibles serían la de cambiar tres asistentes por un asistente A y otro asistente-técnico C; por un asistente B y un asistente-técnico B o por un asistente-técnico A y un asistente C.

En el caso de los presidentes de comisión, todos ellos pueden designar a alguien como personal de apoyo, siempre con la categoría retributiva básica, la de asistente.

El PSOE ha cedido seis asistentes a ERC

Otra de las novedades de esta legislatura es la posibilidad de que un grupo parlamentario "preste" o ceda asesores a otro. El acuerdo se tomó de nuevo por la mayoría de la Mesa en la reunión del 19 de septiembre, como confirman desde la Cámara Baja. La decisión de traspasar parte de la cuota de asistentes de un grupo a otro no sería reversible: si un grupo cede a otro, esto se mantiene para toda la legislatura.

Si alguien ha hecho uso de esa potestad o no es algo que el Congreso tampoco había revelado hasta el momento. En lo que va de legislatura, el único grupo que ha decidido entregar parte de sus asesores a otro es el Socialista, que ha renunciado a la capacidad de nombrar a seis asistentes en favor del Grupo Parlamentario Republicano (ERC), como revela la información obtenida por este diario vía petición de transparencia.

Los independentistas catalanes elevan así su cuota de asesores respecto a la legislatura pasada pese a haber perdido casi la mitad de su representación parlamentaria (pasaron de 13 a siete diputados tras las elecciones generales del 23-J). Del máximo de 12 asistentes que disponían en el mandato 2020-2023 han pasado a 14 (siete del grupo, seis otorgados por el PSOE y el coordinador de grupo).

Una profesión "de confianza"

El artículo 2 del Estatuto del personal de las Cortes define al personal eventual como aquel para "la asistencia directa y de confianza" de aquellas personas a las que la Mesa de la Cámara decida otorgarles tal potestad. Para ser lo que se conoce popularmente como asesor no existe requisito formal alguno ni se exige una experiencia o formación concreta. Basta con que alguien que tenga derecho a un asesor proponga un nombre a la presidencia del Congreso. Eso sí, "en ningún caso podrán ocupar puesto de trabajo ni desempeñar funciones propias de los funcionarios de las Cortes Generales” (artículo 2.3).

Saber cuáles son las tareas encomendadas es algo que depende de las personas que promueven su contratación. La única referencia que se puede encontrar a las funciones de este personal son las que vienen en las resoluciones de nombramiento y cese que se publican en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. La realidad es que la organización de este personal es discrecional. Los cargos para los que se les proponen son en principio meramente nominales y solo tienen efectos retributivos: cobran en función de la categoría o cargo por el que son nombrados, pero su día a día lo decide la persona u órgano que les ha propuesto.

12,75 millones presupuestados para 2024

En paralelo al aumento de grupos parlamentarios en el Congreso se ha incrementado la cantidad de personal eventual que las sucesivas Mesas han ido aprobando legislatura a legislatura para asistir a los grupos parlamentarios. En 2007, primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, el máximo era de 123 personas a repartir entre los grupos. En 2016, con la irrupción de Podemos y Ciudadanos, la cifra ascendía a 250, mientras que en el anterior mandato, el del gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, el número estaba en 318,65.

De los seis millones de euros empleados para el pago de nóminas de eventuales en 2012 se ha pasado al máximo de casi 12 millones en 2022 (cotizaciones sociales al margen). Para el último ejercicio (2023), el gasto presupuestado era de 12,75 millones de euros, mismo importe que al inicio de 2024 (las cuentas están prorrogadas). No obstante, el año pasado se ejecutaron finalmente 11,1 millones (las Cortes se disolvieron a finales de mayo y la actividad no se retomó prácticamente hasta septiembre).

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