Enmiendas a la totalidad de PP, Vox y Junts contra el proyecto de ley de reducción de jornada; los anteriores, más el PNV, contra el gravamen a las energéticas; Podemos, la Chunta y el BNG descolgándose del Real Decreto-ley «antiapagones» o los morados votando junto al PP, Vox, UPN y un diputado de Compromís para tumbar la ley de delegación de competencias de inmigración a Cataluña. Si el tercer mandato de Pedro Sánchez se presentaba complicado por los equilibrios políticos para sacar adelante iniciativas en el Congreso de los Diputados, a la hora de votar en la Cámara Baja se han multiplicado las piedras en el camino, con las consecuentes derrotas para los partidos del Gobierno en los últimos meses.
La evolución del ‘caso Koldo’, las tensiones en el Grupo Plurinacional de Sumar, las exigencias internacionales de aumentar el gasto en Defensa, la polarización política, el peso de la inmigración en el debate público o los cambios estratégicos de algunos partidos han marcado la actualidad política reciente, eventos todos ellos que han influido en la aritmética necesaria para ganar votaciones. Si lo anterior no fuera suficiente, la ruptura de Junts con el Gobierno y los partidos que lo integran estrechan más el margen de maniobra de los socialistas y la bancada de Yolanda Díaz, unos números que podrían ahogar la acción legislativa si el diputado del Grupo Mixto José Luis Ábalos ingresa en prisión.
Siempre que ERC, Junts, EH Bildu, PNV o Podemos voten ‘No’, el Ejecutivo será derrotado
Analizamos los números de composición del Hemiciclo y el reparto de escaños por grupos para explicar los escenarios a los que se enfrenta el Ejecutivo en lo que reste de legislatura y en un periodo de sesiones que ya ha dejado la caída del proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, la de la proposición de ley de Sumar para crear una agencia estatal anticorrupción, la proposición de PSOE y Junts sobre competencias migratorias o que ha introducido más de una decena de cambios en la Ley de Movilidad Sostenible contra el criterio de los partidos de la coalición de Gobierno.
Desde que Pedro Sánchez fuera investido en noviembre de 2023, los socialistas ya necesitaban negociar al menos a cinco bandas de forma permanente con la mayoría de las fuerzas con las que cerraron un acuerdo de investidura en el otoño de 2023 —Sumar, ERC, Junts, EH Bildu y BNG—, pero con el tiempo la nómina de actores que pueden dar al traste con una votación ha ido creciendo: Podemos, Compromís, CHA e incluso el exministro de Transportes y ex secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. A medida que crecen las reticencias en los socios de investidura, aumenta la importancia de los nueve diputados del Grupo Mixto, hasta el punto de que UPN podría a llegar ser determinante para el futuro de la XV Legislatura ante una eventual entrada de Ábalos en la cárcel.
171 votos, el listón a superar
Con los 137 diputados del PP, los 33 de Vox y el de UPN (Alberto Catalán) el escenario más probable en cada votación en el Pleno del Congreso es tener que superar el listón de 171 apoyos que representan los populares, la formación de Santiago Abascal y el regionalista navarro.
Así, cada vez que PP, UPN o Vox no se abstengan y voten en sentido contrario al del Grupo Socialista (120 escaños) y Sumar (26), los socios de coalición que forman el Gobierno tendrán que atraer otros 26 votos adicionales para no caer.
El Gobierno, con 146 escaños (eran 151 hace dos años), apenas puede permitirse que los representantes del resto del arco parlamentario se descuelguen. Así, siempre que ERC, Junts, EH Bildu, PNV o Podemos voten ‘No’, el Ejecutivo será derrotado. ¿Qué margen de discrepancia contra el Gobierno puede producirse sin que se traduzca en una derrota parlamentaria?
Escaso margen para el disenso
Las leyes orgánicas, como lo sería el proyecto de ley para articular el mecanismo de condonación de parte de la deuda de comunidades autónomas, o una moción de censura exigen mayoría absoluta para su aprobación (176 escaños). En estos supuestos, solo podrían descolgarse del Gobierno los siguientes parlamentarios del Grupo Mixto, pero nunca todos ellos al mismo tiempo: Néstor Rego (BNG) Cristina Valido (Coalición Canaria) —ambas formaciones cerraron pacto de investidura con el PSOE— Àgueda Micó (Compromís) o el que fuera secretario de organización de los socialistas, José Luis Ábalos.
En el caso de votaciones ordinarias, donde sean necesarios más síes que noes, queda espacio para que se abstengan, solo una a la vez, alguna de las formaciones nacionalistas catalanas, alguna de las vascas o Podemos.
En todos estos casos, el éxito o fracaso del Gobierno de coalición dependerá del comportamiento del resto de grupos, en especial el Mixto, donde cohabitan Podemos, BNG, CC, Compromís y el exministro de Transportes, a la espera de lo que pudiera decidir este jueves, 27 de noviembre, el magistrado del Tribunal Supremo que instruye la parte del ‘caso Koldo’ que afecta a Ábalos y su sucesor como número tres del partido, Santos Cerdán. Si Leopoldo Puente decide modificar las medidas cautelares y acordar el ingreso en prisión provisional para el diputado del Grupo Mixto, este no podrá ejercer su derecho a voto como parlamentario.
¿Qué pasa si se abstiene…
- Si ERC o Junts (7 escaños cada uno) deciden abstenerse en una votación, es necesario el ‘Sí’ de todos los demás diputados de la Cámara (172 votos) para superar a PP, Vox y UPN.
Hasta ahora Esquerra se ha mostrado como un socio más que fiable para el Ejecutivo. No se puede decir lo mismo de Junts, que pese a haber prestado sostén más o menos continuado a Pedro Sánchez, hace un decidían pasar a ejercer de oposición, una decisión que se ha traducido en el anuncio de rechazar casi todas las iniciativas legislativas que provengan del Gobierno o los partidos que lo componen.
- Si es EH Bildu (6 escaños) quien opta por la abstención, será necesario que PNV, independentistas catalanes y Podemos se posicionen con el Gobierno. Además, al menos tres de los restantes del Mixto (BNG, CC, Compromís y Ábalos) también deben votar con el Ejecutivo hagan y el que no lo haga tiene que abstenerse.
- Si el Grupo vasco (PNV, 5 escaños) se abstiene, la suma de Bildu, independentistas catalanes y Podemos permitiría superar la votación siempre que al menos dos de los restantes del Mixto (BNG, CC, Compromís y Ábalos) voten ‘Sí’ y los otros dos se abstengan.
El peso del Grupo Mixto
- Una abstención de Podemos (4 escaños) obligaría a los nacionalistas vascos y catalanes a optar por el ‘Sí’, y que:
1) BNG, CC, Compromís o Ábalos voten a favor y el resto se abstengan.
2) Si uno de los anteriores vota 'No', dos deben pulsar 'Sí' y el otro abstenerse.
La incógnita Ábalos
Desde que José Luis Ábalos dejara las filas del Grupo Socialista, cuando ha ido a votar, solo en 22 ocasiones lo ha hecho en sentido diferente al de sus excompañeros de bancada. En 12 de las ocasiones, optó por la abstención, una opción que rara vez ha comprometido el resultado final.
De las 10 veces que ha discrepado de la postura oficial del PSOE, solo en una de ellas los socialistas acabarían perdiendo la votación. Fue en la toma en consideración de la proposición de ley de Sumar para otorgar la nacionalidad a saharauis nacidos bajo la administración española, texto que fue apoyado por todos los diputados salvo los del PSOE, que votaron ‘No’, y los de Vox, que se abstuvieron.
¿Y qué sucede si se produce su ingreso en prisión? En caso de que el Supremo le prive de libertad, seguirá siendo diputado, pero sin derecho a participar en las sesiones del Congreso, lo que incluye las votaciones. En ese supuesto, el Gobierno necesitará tener de su parte a Junts para que prospere cualquier votación o que UPN se desmarque de PP y Vox. Si los independentistas catalanes decidieran posicionarse en la abstención, PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, Podemos, BNG, CC y Compromís llegarían a 171 votos, los mismos que PP, Vox y UPN.
En caso de empate en una votación el Reglamento del Congreso prevé que se realice una segunda. Si todavía persistiera la igualdad, la Presidencia suspenderá la votación durante el tiempo que estime oportuno. Transcurrido ese plazo, se realizará un tercer intento y si se repitiese el empate, «se entenderá desechado el dictamen, artículo, enmienda, voto particular o proposición» que se esté tramitando (artículo 88.1).
