En 2024, la duración media de la jornada laboral en los convenios provinciales de la industria metalúrgica se estableció en 38,31 horas a la semana, experimentando un descenso de 0,84 horas en comparación con el año anterior, alcanzando las 1.749,09 horas anuales.
Estos datos se extraen del informe ‘La Negociación Colectiva en la Industria del Metal 2024’ elaborado por la Organización Empresarial del Metal (Confemetal), que además revela que el incremento salarial medio acordado fue del 3,12%, una cifra que refleja un balance entre los convenios nuevos y los que fueron revisados.
Desde Confemetal subrayan que este ajuste salarial del 2024 sigue las directrices del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que recomendaba un aumento salarial del 3% para 2025. En comparación, la variación salarial en la industria del metal fue ligeramente superior al promedio de 3,06% observado en otros sectores económicos.
El informe también indica que, en 2024, 43 convenios provinciales incluyeron cláusulas de revisión salarial, con 30 de ellos limitando las revisiones a un porcentaje máximo y 11 aplicando la fórmula tradicional de garantía salarial, ajustada por la diferencia entre el aumento pactado y la tasa interanual del IPC.
Flexibilidad y adaptación en la jornada laboral
La patronal del metal recuerda que los convenios colectivos ofrecen la posibilidad de adaptar la jornada laboral según las necesidades productivas y las particularidades del mercado laboral, sin requerir legislación adicional para su implementación.
Prioridades y desafíos del sector metalúrgico
Confemetal enfatiza la importancia de abordar el creciente absentismo, especialmente el derivado de contingencias comunes, como una urgencia. Además, resalta la necesidad de sumar profesionales cualificados para impulsar el crecimiento y la competitividad del sector. Asimismo, promueve una estrategia educativa que atraiga talento a la industria, la reducción de las cargas fiscales en la contratación y el control de los costes laborales para potenciar la competitividad de las manufacturas nacionales. Por último, recalca el desafío diario de mantener la seguridad y la salud en los lugares de trabajo, considerando que un equipo saludable es clave para fortalecer al sector.