Según un estudio reciente, nueve de cada diez españoles que superan los 50 años enfrentan una insuficiente planificación de sus ahorros para la jubilación, que podría extenderse hasta los 100 años, según el informe ‘La revolución de la longevidad: Prepararse para una nueva realidad’, realizado por Fidelity International en colaboración con el Centro Nacional de Innovación para el Envejecimiento del Reino Unido (NICA).
Comparando 13 mercados globales, el 42% de individuos de 50 años o más presentan una insuficiencia de ahorros de una década o más, mientras que este porcentaje asciende al 59% en España, al comparar el horizonte de ahorros con la esperanza de vida promedio en la región.
El estudio, que consultó a más de 11.800 personas, señala que el incremento en la esperanza de vida podría ampliar esta brecha. Se anticipa que para el año 2050, habrá alrededor de 3,67 millones de centenarios a nivel mundial.
A pesar de estos datos, el informe destaca un notable optimismo entre los jubilados y quienes están cerca de jubilarse, con el 68% y el 56% a nivel global, respectivamente, mostrándose positivos sobre esta etapa de la vida. En España, estos porcentajes son del 69% y 63%, respectivamente.
Fidelity subraya que contar con un plan de jubilación sólido, que incluya la elaboración de un presupuesto y la identificación de posibles fuentes de ingresos futuros, prepara mejor a las personas no solo financieramente, sino también en aspectos físicos, emocionales y sociales.
La compañía identifica cuatro pilares fundamentales para manejar la longevidad: estabilidad económica, salud, bienestar emocional y conexión social. Además, destaca cinco factores cruciales para una vida prolongada y exitosa, incluyendo la educación financiera temprana, el aprovechamiento de la innovación tecnológica y el fortalecimiento de la confianza en los sistemas públicos de pensiones.
Óscar Esteban, responsable de negocio para España y Portugal de Fidelity International, señala que muchas personas “siguen preparándose para las jubilaciones que vivieron sus padres y abuelos”, lo que crea un desajuste importante entre el ahorro y la esperanza de vida. Afirma que con una planificación adecuada, una vida extendida “debería ser algo a lo que aspirar y no temer”, representando una oportunidad para que las entidades y políticos fomenten una sociedad “más rica, más sana y más cohesionada”.
