España se ha convertido en el líder europeo en la adopción de métodos de pago digitales, con un 79% de los consumidores prefiriendo utilizar tarjetas de débito y crédito, ‘wallets’ y aplicaciones en lugar de efectivo, de acuerdo con el estudio ‘Payments and Open Banking’ realizado por Strategy&, la división de consultoría estratégica de PwC, tras analizar más de 5.500 entrevistas en 11 países europeos.
En 2018, solo un 51% de los españoles optaba por estas alternativas digitales, mientras que la preferencia por el efectivo se ha reducido del 49% al 21% para 2024, reflejando una transformación profunda en los patrones de pago.
Según el análisis, la tarjeta de débito se ha establecido como el método de pago predilecto en España, incrementando su popularidad del 24% al 43% en los últimos siete años. Las tarjetas de crédito también han visto un aumento, del 18% al 24%, y los pagos a través de ‘wallets’ y aplicaciones han crecido del 9% al 12% desde 2018.
Además, el mercado español muestra un equilibrio en el uso de aplicaciones móviles: el 42% de los usuarios prefiere soluciones como xPay (26% PayPal y 16% Apple Pay o Google Pay), el 25% opta por aplicaciones de bancos tradicionales y el 23% por apps locales o de entidades no bancarias.
El informe también señala que España es pionera en la voluntad de compartir datos financieros para fomentar el Open Banking, con un 70% de los consumidores dispuestos a proporcionar información a cambio de recompensas, servicios adicionales o promociones personalizadas, y un 55% confía en los bancos tradicionales para manejar estos datos, un aumento de 37 puntos desde 2018.
De acuerdo con PwC, la normativa europea sobre acceso a datos financieros y servicios de pago facilitará la introducción de nuevas aplicaciones de Open Finance, aunque requerirá que el sector mejore las experiencias de pago ‘multiopción’, enriquezca los datos de cada transacción y desarrolle ecosistemas que ofrezcan beneficios reales para los usuarios.











