El acceso a la propiedad inmobiliaria por parte de los jóvenes españoles cae drásticamente, revela estudio

Estudio destaca que solo un tercio de los jóvenes españoles posee vivienda propia, marcando una notable disminución desde 2002.

Archivo - Unas llaves sobre un contrato de compraventa de vivienda.Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Según el reciente informe del Observatorio del Ahorro titulado ‘Radiografía de la evolución del patrimonio de los hogares españoles: la dificultad del ahorro para las nuevas generaciones’, promovido por la Fundación Mutualidad y Esade, el acceso a la propiedad de viviendas por parte de los jóvenes ha disminuido significativamente.

El estudio, presentado este jueves, indica que la mayoría de los jóvenes en España, de entre 29 y 40 años, no poseen vivienda propia. ‘En 2022, solo un tercio de los hogares insertados en esta banda de edad figuraba como titulares de un inmueble’, destaca el informe, notando una ‘tendencia decreciente’ en comparación con el 70% del año 2002.

PATRIMONIO EN AHORROS EN CUENTA

El acceso limitado a la vivienda ha llevado a una menor conversión de ingresos en patrimonio entre los jóvenes, centrándose principalmente en ahorros en cuenta y otros activos de menor valor. Desde 2008, la evolución de los ingresos de los jóvenes ha sido ‘muy desfavorable’, con una reducción de la capacidad adquisitiva de 400 euros mensuales desde aquel año.

El informe también analiza la ‘marcada brecha intergeneracional de riqueza’, indicando que el patrimonio neto de los hogares jóvenes es inferior a 10.000 euros, mientras que el de los mayores de 60 años supera los 70.000 euros.

TRANSFERENCIA INTERGENERACIONAL NEGATIVA

Actualmente, solo el 30% de los jóvenes posee vivienda, frente al casi 90% de las generaciones mayores en su juventud. ‘Esta situación genera una transferencia intergeneracional negativa, ya que los jóvenes tienen menos recursos para formar nuevas familias, ahorrar o invertir, lo que perpetúa la desigualdad’, señala el estudio.

Además, se subraya la importancia de mejorar la educación financiera entre los jóvenes, quienes enfrentan altas tasas de desempleo o trabajos informales. Es ‘fundamental’ fomentar sistemas de ahorro que permitan a los jóvenes construir un patrimonio diversificado y reducir sus vulnerabilidades financieras a largo plazo.

Blanca Narváez, directora general de Fundación Mutualidad, y Teresa de la Villa Príes, técnica de Programas, enfatizan la necesidad de políticas públicas que mejoren la capacidad de ahorro y complementen el acceso a la vivienda con programas de educación financiera activa.

Personalizar cookies