La Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta un crecimiento en el excedente de petróleo en el mercado, según se desprende de su último informe mensual. A pesar de prever un aumento en las reservas de crudo, la AIE señala que los desafíos como la reducción de la producción rusa y nuevas sanciones a este país podrían tensar los mercados.
En su reporte de octubre, la AIE, que forma parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estima un incremento en la oferta mundial de petróleo de 3 mb/d este año, alcanzando los 106,1 mb/d en 2025. Se espera que el aumento en 2026 sea de 2,4 mb/d.
Los países fuera de la OPEP+ contribuirán con 1,6 mb/d y 1,2 mb/d en los próximos años, con Estados Unidos, Brasil, Canadá, Guyana y Argentina a la cabeza. Por su parte, los países del cartel de OPEP+, liderados por Rusia y Arabia Saudí, añadirán 1,4 mb/d en 2025 y 1,2 mb/d en 2026, según su acuerdo de producción actual.
La demanda mundial de petróleo, que experimentó un repunte en el tercer trimestre de 2025 hasta los 750.000 barriles diarios desde los 420.000 del trimestre anterior, se mantendrá alrededor de los 700.000 barriles diarios en 2025 y 2026. El sector petroquímico, pese al crecimiento moderado reciente, seguirá liderando el incremento en la demanda de crudo, enfrentándose a desafíos como la mejora en la eficiencia de los automóviles y el aumento en las ventas de vehículos eléctricos.
«En un contexto de menor crecimiento de la demanda y un rápido aumento de la oferta de crudo, los balances petroleros mundiales han registrado un superávit de 1,9 mb/d desde principios de año», indica la AIE. También apunta que, con el traslado de grandes cantidades de crudo almacenado en el mar a tierra, «las reservas de crudo parecen estar listas para aumentar», mientras que los LGN comienzan a disminuir.
Finalmente, la AIE resalta los riesgos continuos para las previsiones, como las sanciones a Rusia e Irán que intensifican las tensiones geopolíticas y los ataques a la infraestructura energética rusa que han reducido su capacidad de procesamiento en cerca de 500.000 barriles diarios, afectando tanto el suministro interno como las exportaciones.
«La pérdida de suministros de productos rusos, las próximas restricciones de la UE a las importaciones de productos derivados de materias primas rusas y los recientes cierres de capacidad de refinación pueden mantener los mercados de productos más ajustados de lo que sugeriría el equilibrio general», concluye la AIE.