El Gobierno alemán tiene previsto incrementar con fuerza su dependencia de los mercados financieros en 2026, cuando el volumen de emisión de deuda ascenderá a 512.000 millones de euros. Esta cuantía supone alrededor de un 20% más que la programada para 2025 y rebasa el máximo histórico registrado en 2023, en un contexto marcado por las necesidades de financiación de Berlín para reforzar el gasto militar y las inversiones en infraestructuras.
De acuerdo con el plan de financiación para el próximo ejercicio, presentado este jueves por la Agencia Federal de Finanzas, Alemania colocará bonos por un total de 318.000 millones de euros y alrededor de 176.000 millones en letras del Tesoro (Bubills). Además, el organismo germano contempla para 2026 la emisión de entre 16.000 y 19.000 millones de euros en bonos verdes.
En detalle, el Tesoro alemán planea lanzar a los mercados a lo largo de 2026 emisiones por 92.000 millones de euros en bonos a 2 años (Schatz), junto con 73.000 millones en títulos a 5 años (Bobl) y 22.000 millones en deuda a 7 años. A ello se sumarán 82.000 millones en bonos a 10 años (Bund), que seguirán siendo una de las principales referencias del mercado de deuda alemán.
En los tramos más largos de la curva, y como respuesta a la demanda de los inversores institucionales, el Gobierno federal introducirá por primera vez en 2026 un bono a 20 años, cuya colocación se llevará a cabo mediante sindicación bancaria. Paralelamente, en las subastas ordinarias se unificarán los bonos federales a 15 y 20 años en un único segmento, con el objetivo de captar un total de 20.000 millones de euros.
Asimismo, para los bonos federales ya existentes con vencimiento a 30 años, el calendario contempla una subasta mensual a lo largo del año, con la única excepción de diciembre, con la que se espera adjudicar 29.000 millones de euros en este plazo ultralargo.