Alquiler vacacional de verano en Baleares y Costas iguala ingresos de un año en capitales

Archivo - El alquiler de verano en Baleares, Costa Brava y Costa de la Luz iguala los ingresos anuales de sus capitales de provinciaPISOS.COM - Archivo

El mercado del alquiler vacacional en sitios turísticos como Baleares, la Costa Brava y la Costa de la Luz durante los meses de julio y agosto puede igualar los ingresos que se generarían a lo largo de un año en las capitales de provincia, de acuerdo con un estudio realizado por pisos.com.

En las Islas Baleares, los ingresos alcanzan los 20.392 euros, casi equivalentes a los 20.711 euros de Palma; en la Costa Brava, se registran 12.392 euros frente a los 13.446 de Girona; y en la Costa de la Luz, se obtienen 7.216 euros comparados con los 8.866 de Huelva.

El análisis indica que en más del 50% de las costas españolas, el arrendamiento vacacional por dos meses puede suponer más de la mitad de lo que se percibe anualmente por un alquiler en la capital.

Por ejemplo, en la Costa del Sol, los 10.648 euros obtenidos durante el verano representan el 66,7% de los 15.965 euros anuales de Málaga; y en la Costa Blanca, los 8.192 euros equivalen al 61,6% de los 13.284 euros de Alicante.

Rentabilidad en Capitales y Costas

En términos de rentabilidad, las capitales de provincia que destacan son Tarragona con un 8,07%, Castellón de la Plana con un 7,05% y Almería con un 6,94%. En contraste, las costas varían desde el 1,72% de la Costa Vasca hasta el 4,25% de Baleares.

«La demanda de alquiler vacacional se mantiene especialmente robusta en destinos consolidados como Baleares o la Costa Brava, donde dos meses de alquiler pueden generar ingresos equivalentes a un año completo en sus respectivas capitales», indicó Ferran Font, portavoz y director de Estudios de pisos.com.

El reporte también señala un cambio en el perfil del inversor, que ahora no solo incluye a los tradicionales, sino también a familias que buscan una segunda residencia con un retorno económico parcial. «Ya no hablamos solo de inversores tradicionales, sino de familias que buscan una segunda residencia que se pague parcialmente sola, representando un cambio de paradigma en la inversión inmobiliaria costera», concluyó Font.

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