El ánimo de los ahorradores e inversores en España ha decrecido hasta situarse en -0,26 puntos durante el segundo trimestre de 2025, representando la primera caída bajo cero desde finales de 2022, comparado con los 1,44 puntos del trimestre anterior. Este descenso se atribuye a que el aumento de confianza observado en mayo y junio no logró contrarrestar los efectos del inicio de la guerra comercial en abril, según el índice de JP Morgan Asset Management (AM) presentado recientemente.
«El segundo trimestre de 2025 ha sido uno de los más convulsos en la percepción y confianza de los inversores en la evolución futura de los mercados bursátiles», comunicó la firma, señalando que después de más de dos años de optimismo, el sentimiento ha cambiado debido a las incertidumbres geopolíticas y las políticas comerciales de la nueva Administración estadounidense. En abril, el índice experimentó una de las mayores caídas de su historia, alcanzando los -3,5 puntos, aunque «Pese al impacto puntual de abril, el comportamiento del índice en mayo y junio sugiere que el shock geopolítico no ha tenido un efecto estructural en la confianza inversora», explicó Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal en JP Morgan AM.
La situación actual recuerda a los niveles observados en 2022 con la invasión rusa de Ucrania. El pesimismo ha calado entre los ahorradores españoles, con un 35% anticipando un desempeño negativo de los mercados en los próximos meses, aunque un 33% sigue esperanzado en una mejora. El 43,5% de los pesimistas atribuye su visión a la influencia de las políticas estadounidenses y su proteccionismo.
En contraste, un 23,5% de los optimistas ve señales de mejora en la economía de EE. UU., y un 10,5% cree que esto beneficiará a otros mercados. A nivel geográfico, la preferencia por el mercado americano ha disminuido significativamente, favoreciendo a los mercados europeo y español.
En términos de productos de inversión, ha habido un descenso en la preferencia por opciones de alta liquidez, aunque siguen siendo la principal elección con un 42,4%. La compra directa de acciones y el interés en fondos de inversión han mostrado un incremento, siendo elegidos por un 14,8% y un 21,2% de los inversores respectivamente.