Saudi Aramco, reconocida como la mayor compañía petrolera global, ha reportado un beneficio neto atribuible de 74.286 millones de dólares (64.458 millones de euros) durante los primeros nueve meses de 2025, lo que representa una disminución del 9,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, debido a la reducción de ingresos por la disminución de los precios del petróleo, según el último informe de resultados.
En efecto, el precio medio del petróleo crudo hasta septiembre se estabilizó en 71 dólares, en contraste con los 82 dólares del mismo lapso en 2024, y durante el tercer trimestre se posicionó en 70,1 dólares, un 11,6% menos que el año precedente.
Asimismo, la facturación de la empresa petrolera se redujo un 5,9% interanual, culminando en 312.171 millones de dólares (270.872 millones de euros).
Entre julio y septiembre, Aramco reportó un beneficio neto de 25.937 millones de dólares (22.506 millones de euros), apenas un 0,4% inferior al del año anterior, mientras que los ingresos alcanzaron 102.977 millones de dólares (89.354 millones de euros), reflejando una caída del 7,3%.
El consejo de Aramco anunció un dividendo base de 21.145 millones de dólares (18.348 millones de euros) para el tercer trimestre, un aumento del 4,2% respecto al año anterior, aunque recortaron el dividendo vinculado al rendimiento a 219 millones de dólares (190 millones de euros), un 98% menos.
En total, durante los primeros nueve meses de 2025, el dividendo base de Aramco sumó 63.431 millones de dólares (55.039 millones de euros), un 4,2% más que hasta septiembre del año previo, mientras que el dividendo por rendimiento se desplomó un 98%, situándose en 657 millones de dólares (570 millones de euros) comparado con los 32.321 millones de dólares (28.045 millones de euros) del mismo periodo de 2024.
«La capacidad de Aramco para adaptarse a las nuevas realidades del mercado ha quedado demostrada una vez más por nuestro sólido desempeño en el tercer trimestre», afirmó el presidente y consejero delegado de Aramco, Amin H. Nasser, destacando el objetivo de aumentar la capacidad de producción de gas cerca del 80% entre 2021 y 2030.
