Ardian ha cerrado un acuerdo para la adquisición total de Energia Group, una firma irlandesa, de manos del inversor en infraestructuras I Squared Capital, de acuerdo con lo informado por las tres entidades involucradas, quienes no han desvelado el valor de la transacción.
La compra no afectará a los clientes, empleados, socios ni proveedores de Energia, “que seguirá plenamente comprometida con su estrategia y con el impulso de un futuro energético sostenible para Irlanda”, han confirmado.
La operación está condicionada a la obtención de las autorizaciones regulatorias necesarias y se espera que se complete en el primer trimestre de 2026.
Energia, que opera en toda la cadena de valor energética tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte, atiende a alrededor de 900.000 hogares y negocios. Es un destacado proveedor de electricidad renovable en la región, suministrando cerca del 17% de la electricidad total de la isla y el 20% de la generación eólica.
La empresa integra energías renovables, generación flexible y soluciones para clientes, y posee un impresionante registro en el desarrollo de proyectos de energías limpias, además de contar con una prometedora cartera de nuevos proyectos eólicos, solares y de almacenamiento energético (BESS).
Además, Energia ha formado una alianza estratégica con un socio tecnológico global para impulsar un centro de datos de 165 MW en Dublín y asegurar su abastecimiento de energía renovable, reforzando su papel en la transición energética.
Desde que fue adquirida por I Squared Capital en 2016, Energia ha sufrido “una profunda transformación hasta convertirse en una empresa moderna y diversificada, sustentada en una sólida cartera de renovables, soluciones avanzadas para clientes e infraestructuras críticas de red”.
Los logros de esta fase incluyen la puesta en marcha de un proyecto de hidrógeno verde, la expansión en energía eólica terrestre y solar, así como inversiones en baterías y servicios de estabilidad de red.
La adquisición de Energia por parte de Ardian refleja la confianza a largo plazo en la posición estratégica y el potencial de crecimiento de la compañía.
La empresa combina la estabilidad de ingresos de los activos regulados y contratados con la oportunidad de beneficiarse del incremento estructural de la demanda, respaldada por proyectos altamente seguros preparados para cubrir el rápido aumento del consumo energético.