Árima ha dado el visto bueno en su junta general extraordinaria de accionistas, celebrada este domingo 29 de diciembre, a una reducción de capital y a una operación de agrupación de acciones (“contrasplit”) que dejará su capital social en 32 millones de euros, representado por 24.457.501 títulos, y fijará el valor neto de los activos tangibles en 13,37 euros por acción.
Tras su integración con JSS Real Estate Socimi, los accionistas de esta última pasaron a formar parte del capital de Árima, según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con esta reordenación, la socimi pretende reforzar la transparencia al ajustar su patrimonio neto y establecer el valor neto de los activos tangibles (EPRA NTA) por acción en 13,37 euros —anteriormente denominado NAV (valor neto de los activos)—, en coherencia con el último cierre difundido por JSS, que ya incluía la cartera de Árima.
Este indicador, uno de los más relevantes para las compañías patrimonialistas al reflejar el valor neto de los activos del grupo por acción, permite además a la firma compensar reservas de ejercicios previos y dotar la reserva legal.
La reducción de capital se llevará a cabo para constituir una reserva voluntaria de libre disposición por 258,5 millones de euros, la reserva legal por 3,2 millones de euros y compensar reservas de ejercicios anteriores por 24,4 millones de euros. Tras esta operación, el capital social quedará fijado en 32 millones de euros, representado por 31.794.765 acciones.
El “contrasplit” posterior disminuirá el número de acciones en circulación hasta 24.457.501, elevando el valor nominal de cada título y manteniendo inalterado el capital social en 32 millones de euros.
Con la ratificación de estos acuerdos, Árima ha reconfigurado su patrimonio con el objetivo de iniciar 2026 con la ejecución de su plan estratégico, centrado en la creación de valor para el accionista, el pago de dividendos y un crecimiento sostenible.