Ángel García Blanco, presidente de Asaja Extremadura, ha instado a las autoridades locales y provinciales (Junta, Diputación Provincial y ayuntamientos) a realizar un ‘esfuerzo rápido’ y proporcionar de manera ‘urgente’ y ‘gratuita’ paja a los ganaderos cuyas explotaciones han sido devastadas por los recientes incendios en la región.
Esta acción es vital para la supervivencia de los animales, especialmente los rumiantes, que se han quedado sin pastos. ‘Las diputaciones lo han hecho muchas veces y pedimos el esfuerzo a las administraciones más cercanas’, explicó García Blanco, añadiendo que Asaja ha solicitado a sus miembros que reporten sus pérdidas para informar a la Administración regional y gestionar posibles ayudas.
Asaja también requiere apoyo para reparar estructuras dañadas como cobertizos, alambradas, instalaciones y maquinaria. ‘Y, sobre todo, lo que pedimos es una celeridad a la Junta de Extremadura para que se determine la calificación agrícola de cada una de las superficies quemadas y poder hacer frente a dichas actuaciones’, indicó García Blanco durante una rueda de prensa el lunes.
La ayuda ‘más importante’ para Asaja es que el ministro de Agricultura declare como excepción total, por causa de fuerza mayor, las áreas incendiadas, permitiendo así la recepción de fondos de la PAC, ‘porque con la legislación actual estas tierras quedarían fuera’, destacó el líder agrario.
‘Aquí en Extremadura han apostado por ella, pero mucho cuidado que no nos fiamos del señor Planas, que en ocasiones sigue la táctica que donde dije digo, digo Diego’, enfatizó García Blanco.
Con el próximo anuncio gubernamental de la declaración de lo que antes se conocía como zona catastrófica, ahora zona afectada gravemente por emergencia de protección civil, Asaja espera la inclusión de medidas como IRPF de 0% para los afectados por incendios; dos años de exoneración de la Seguridad Social; IBI del 0 a las superficies quemadas, o exención de tasas de coto a las áreas dañadas.
Además, demanda que ‘todos los derechos de carbono que genere la reforestación vayan directamente al bolsillo de los agricultores y ganaderos y no a los ayuntamientos’, así como compensaciones directas por pérdidas, incluyendo 150 euros por hectárea de cultivo herbáceo; 400 euros a las hectáreas de olivar; y 1.200 euros por hectárea de cerezos quemada.
En el sector ganadero, se solicitan 1.500 euros por cada vaca perdida, con un recuento de más de 200 vacas muertas en los fuegos de Casar de Cáceres y Campo Lugar, y 160 euros por cada oveja y cabra, con más de 600 ovejas fallecidas en el incendio de Campo Lugar.
Para la apicultura, se han reportado 3.640 colmenas quemadas, principalmente en Caminomorisco y en el incendio de Jarilla, aunque la mayoría estaba en trashumancia en Sanabria, Zamora. ‘Para ellas pedimos una compensación de 150 euros por colmena’, subrayó García Blanco.