Auro New Transport Concept, la compañía titular de parte de las licencias con las que opera Uber en España, cerró 2024 con unas pérdidas de 3,5 millones de euros, aun cuando logró incrementar su facturación un 27%, hasta alcanzar los 93 millones de euros.
De acuerdo con las últimas cuentas remitidas por la empresa al Registro Mercantil, a las que ha tenido acceso Europa Press a través de Informa D&B (filial de Cesce), estos ‘números rojos’ de 2024 suponen un giro frente al beneficio de 4 millones de euros registrado el ejercicio precedente.
El cambio de signo en el resultado se explica, en gran medida, por la ausencia en 2024 de apuntes extraordinarios, frente al impacto positivo de 8,9 millones de euros que Auro se anotó en 2023 por la venta de una filial, un ingreso atípico que impulsó entonces la cuenta de resultados.
Además, el ejercicio estuvo marcado por un fuerte aumento de los costes de personal, que repuntaron desde 22,5 hasta 29,3 millones de euros, así como por un alza relevante de los aprovisionamientos vinculados a trabajos encargados a otras empresas, que escalaron de 20,7 a 29,9 millones de euros.
Como consecuencia de este contexto, el resultado de explotación se situó en terreno negativo, con un saldo de 795.000 euros, frente al beneficio operativo de 6,4 millones de euros del año anterior. Los gastos financieros permanecieron prácticamente inalterados, en 2,5 millones de euros, y la deuda a largo plazo se mantuvo en 22,3 millones de euros, concentrada sobre todo en los 21,5 millones que la sociedad adeuda a Uber.
Ya en los primeros compases de 2025, Uber ejecutó la compra del 30% del capital de Auro por 220 millones de euros. Antes de este movimiento, la empresa mantenía un acuerdo de exclusividad con Cabify, aunque posteriormente comenzó a operar también con Uber y, tras varias resoluciones judiciales, Auro dio por finalizada dicha exclusividad.
Entre los fundadores de la compañía figura Félix Ruiz, conocido por su participación en proyectos como Tuenti, Job&Talent o Playtomic, y que impulsó la adquisición de 3.000 licencias de VTC por 75 millones de euros, operación estructurada con apenas 9 millones de euros de fondos propios y el resto financiado con deuda.











