El avance de la integración económica en el Mediterráneo aún no alcanza su máximo potencial, revela un informe de UpM y OCDE

El informe de UpM y OCDE indica que la integración económica mediterránea progresa pero aún no alcanza su potencial deseado.

El secretario general de la UpM, Nasser Kamel (d), y el secretario general de la OCDE Mathias Cormann (i), durante la presentación del 2º Informe sobre Integración Regional Euromediterránea, por parte la OCDE (Organización para la Cooperación y el DesarroLorena Sopêna - Europa Press

Según el 2º Informe sobre la Integración Regional Euromediterránea, presentado recientemente en el Palau de Pedralbes de Barcelona, la Unión por el Mediterráneo (UpM) junto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), han destacado que, aunque se observa un progreso, la integración económica en los países mediterráneos sigue estando “por debajo de su potencial”. Este documento, de naturaleza académica y apoyado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), examina áreas como comercio, finanzas, infraestructuras, movilidad de personas y educación superior e investigación.

El estudio resalta que los conflictos como la guerra en Ucrania y en Gaza han influido negativamente desde 2021, perturbando las cadenas de suministro, afectando los precios y disminuyendo el atractivo para los inversores. En un evento significativo, Nasser Kamel y Mathias Cormann, secretarios generales de la UpM y de la OCDE respectivamente, han renovado el Memorando de Entendimiento entre ambas organizaciones por tres años más.

MÁS COMERCIO DE MERCANCÍAS

El informe indica un aumento en el comercio de mercancías en la región, destacando un mayor valor añadido en sectores como la química, la maquinaria y el material de transporte. A pesar de un crecimiento en el comercio entre Turquía, los Balcanes Occidentales y el norte de África, la UE sigue siendo el principal destino de las exportaciones internas, con un 94% en 2022. No obstante, se menciona que las importaciones desde China crecieron del 1,9% al 9,2% desde 1996 hasta 2022. El informe también señala las barreras técnicas y regulatorias que dificultan la participación de países con menor capacidad tecnológica en el mercado.

En términos de finanzas, se describe un desarrollo financiero heterogéneo entre los países miembros de la UpM, con recomendaciones que incluyen facilitar los flujos de capital transfronterizo y diversificar los instrumentos financieros. Además, se subraya la necesidad de mejorar infraestructuras como las redes de transporte y de comunicaciones para potenciar la integración económica, particularmente en Oriente Medio y el Magreb.

El aumento de la migración intra-UpM y los desafíos relacionados con la migración irregular, los movimientos por desastres naturales y el turismo sostenible son otros de los temas tratados. Por último, se expone la disparidad en la integración educativa y de investigación entre los países de la UE y aquellos de Oriente Medio y el Magreb, sugiriendo mejoras en la financiación y la cooperación internacional en este ámbito.

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