El ambicioso proyecto ‘Marte’ (‘Main Armoured Tank of Europe’), que busca desarrollar un tanque principal para el continente europeo y que disfruta de una financiación aproximada de 20 millones de euros provenientes del Fondo Europeo de Defensa, progresa con el respaldo de cinco prominentes entidades: Rheinmetall, KNDS, Leonardo, Saab y la firma española Indra.
En particular, cada compañía se encarga de liderar uno de los cinco paquetes de trabajo técnicos en los que se divide el proyecto, bajo la coordinación de Marte Arge, una ‘joint venture’ entre la subsidiaria alemana de KNDS y Rheinmetall, incluyendo además a socios industriales adicionales.
Además de Indra, otras empresas españolas como Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), Sapa Placencia, General Dynamics European Land Systems (GDELS, dueña de Santa Bárbara Sistemas), Sener y Piedrafita Systems, tienen una participación relevante en el proyecto.
Es importante mencionar que EM&E, Sapa y GDELS son socios minoritarios, con una participación de 16,33% cada uno en Tess Defence, la empresa controlada por Indra que fabrica los vehículos blindados 8×8 Dragón para el Ejército español y que también ha sido elegida para el proyecto del Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), ambos contratos valorados en cerca de 2.000 millones de euros cada uno.
El proyecto Marte, además de contar con el soporte financiero de la Comisión Europea a través del Fondo Europeo de Defensa, también recibe el apoyo de 11 Ministerios de Defensa de países como Alemania, Bélgica, España, Estonia, Finlandia, Grecia, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumanía y Suecia, quienes se perfilan como futuros clientes.
«En un contexto de creciente incertidumbre geopolítica, esta iniciativa refleja el deseo de una mayor autonomía estratégica en materia de defensa y seguridad, representando así una inversión estratégica en las capacidades defensivas de Europa. Marte tiene como objetivo llevar a cabo estudios y actividades de diseño para crear un sistema MBT (‘main battle tank’, por sus siglas en inglés) del futuro que responda adecuadamente a las amenazas actuales y futuras, así como a las necesidades armonizadas de los Estados miembros participantes», ha detallado el consorcio en un comunicado.
En esa línea, se prevé integrar tecnologías innovadoras y disruptivas para diseñar un sistema de defensa resiliente y adaptado a los desafíos cambiantes de los conflictos modernos.