El Banco Central de Brasil ha anunciado su intención de mantener las tasas de interés referenciales en niveles elevados “durante un período muy prolongado” con el objetivo de dirigir la inflación hacia los objetivos establecidos por la entidad, en un contexto de elevada incertidumbre y altos aranceles de Estados Unidos, que alcanzan el 50% en importaciones de productos brasileños.
“La evaluación predominante del Comité es que persiste una mayor incertidumbre en el escenario externo y, en consecuencia, el Comité de Política Monetaria (Copom) debería mantener una postura cautelosa”, se menciona en las actas de la última sesión de política monetaria, que tuvo lugar hace una semana, donde se decidió mantener los tipos en el 15%.
Además, el comité ha expresado que no descarta reactivar el aumento de las tasas si lo considera necesario, ya que se ha notado una moderación en el crecimiento económico, una leve disminución de la inflación presente y una reducción en las expectativas de inflación a futuro.
A largo plazo, se señalan riesgos que añaden incertidumbre al panorama, tales como los efectos de los aranceles sobre la economía brasileña y el incremento del gasto fiscal.
A pesar de las señales contradictorias, el banco central ha observado una reducción en el volumen de préstamos concedidos y en el consumo de bienes ligados al crédito.
Finalmente, la institución prevé una inflación acumulada del 4,8% para el año 2025 y del 3,6% para 2026. Para el primer trimestre de 2027, las proyecciones de inflación se mantienen por encima del 3,4%.