En un análisis de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), se reveló que los principales bancos de Europa experimentarían una reducción de 370 puntos básicos en su solvencia en el escenario más desfavorable, llevando la tasa de capital CET1 a un promedio del 12,1% para 2027, desde un 15,8% a finales de 2023, lo que representa pérdidas totales de 547.000 millones de euros.
Según las pruebas de estrés de 2025, a pesar de enfrentar una recesión severa en la UE y globalmente debido a conflictos geopolíticos y comerciales, además de incrementos en inflación y desempleo, los bancos europeos demostraron fortaleza. Los bancos de la UE terminaron los tests con una CET1 por encima del 12%, lo cual es ‘tranquilizador’ ya que aseguraría su capacidad de continuar otorgando créditos en tiempos de crisis.
‘Todos los bancos participantes se mantienen por encima de su requisito de capital SREP total CET1 en el escenario adverso, mientras que un banco incumple el requisito de ratio de apalancamiento SREP total Tier 1’, detalla el informe de la EBA. José Manuel Campa, al frente del organismo, señaló que el sector ha mejorado su rentabilidad y ratios de capital en los últimos dos años, con una calidad de activos ‘favorable y estable’, lo que permitiría ‘amortiguar’ los efectos del escenario más severo.
Esta situación se beneficiaría de mayores ingresos por intereses netos ante un posible aumento de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) para controlar la inflación. A pesar de esto, los bancos enfrentarían mayores vulnerabilidades, especialmente en el ámbito del riesgo crediticio. No obstante, los resultados del examen de este año muestran una notable mejora respecto al de 2023.
Asimismo, si no fuera por la capacidad de generación de ingresos de los clientes, las pérdidas derivadas de las actividades de mercado serían significativamente más altas, alcanzando 98.000 millones de euros en pérdidas a tres años, en comparación con 187.000 millones inicialmente estimados. El peor escenario también tendría un impacto ‘pronunciado’ en sectores como el electrointensivo, materias primas y comercio internacional, afectando también a la industria inmobiliaria y la construcción.
En un escenario base, los bancos incrementarían su capital a través de ganancias no distribuidas, alcanzando un coeficiente de capital CET1 del 16,9% para finales de 2027, cumpliendo todos con su requisito de capital global (OCR) con un capital CET1 de 526.000 millones de euros, por encima de lo exigido. La aplicación del nuevo Reglamento sobre requisitos de capital (CRR3) introduciría cambios en los coeficientes de capital a lo largo del tiempo, con un impacto ‘insignificante’ en el coeficiente CET1 agregado de los bancos de la UE a finales de 2024 en métrica transitoria.
La EBA recomienda a los bancos mejorar sus capacidades estadísticas y de gestión de riesgos para detectar mejor las vulnerabilidades ocultas en sus carteras, así como reforzar su capacidad de modelización en otras áreas de riesgo, como la de conducta.