El Banco de México, conocido como Banxico, ha revisado al alza sus previsiones económicas, esperando un crecimiento del 0,6% para el año 2025 y del 1,1% para el 2026. Esta proyección se apoya en un aumento sostenido del gasto interno, tal como se detalla en el Informe Trimestral de Abril-Junio de 2025.
Estos nuevos pronósticos representan un incremento de cinco décimas para el año 2025 y de dos décimas para el año 2026. El informe también actualiza las expectativas de crecimiento del PIB para 2025, estimando un rango entre 0,1% y 1,1%, y para 2026, un rango entre 0,3% y 1,9%.
Como se había anticipado en el informe del primer trimestre, se espera que el crecimiento durante la segunda mitad de 2025 sea bajo y que para 2026 haya una expansión moderada, con un consumo interno en aumento aunque a un ritmo más lento. Además, se pronostica que la consolidación fiscal «limite la contribución del gasto público a la actividad en 2025», pero que a medio plazo esto podría fomentar un crecimiento mayor.
En cuanto a la demanda externa, se prevé que continúe creciendo y que el efecto de las políticas arancelarias estadounidenses sobre las exportaciones mexicanas sea «limitado» gracias a los resultados positivos observados hasta ahora.
Sin embargo, se identifica un riesgo significativo a medio plazo relacionado con posibles cambios en la política económica de Estados Unidos, que podrían no solo limitar el ritmo de crecimiento sino también causar impactos adicionales de magnitud, temporalidad y duración inciertas, según indica el banco.
En agosto, Banxico decidió reducir la tasa de interés en 25 puntos básicos, estableciéndola en 7,75%, después de que la inflación disminuyera al 3,49% en la primera quincena de agosto.