BBVA ha admitido que podría enfrentarse a consecuencias negativas en su imagen y riesgos reputacionales si no logra materializar futuras adquisiciones, especialmente después de no haber culminado con éxito la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell.
Este riesgo ha sido incluido en la última actualización del Documento de Registro Universal (DRU), un informe donde se detallan aspectos cruciales del negocio para que los inversores estén al tanto de la situación financiera y proyecciones de la entidad.
Como reporta el diario ‘Expansión’, BBVA ha eliminado referencias directas a la OPA sobre Sabadell en la reciente actualización del DRU, presentada el jueves pasado. Sin embargo, ha señalado la posibilidad de que no finalice algunas transacciones “en curso o futuras, de manera oportuna o coste-eficiente, o que directamente no las concluya”, lo que podría no rendir los resultados anticipados.
Además, la entidad ha alertado sobre el potencial impacto negativo en el precio de sus acciones si las operaciones no se realizan, lo que podría generar “publicidad negativa” y perjudicar su reputación, así como sus relaciones con empleados, clientes, inversores y otros socios comerciales.
El documento también contempla que la realización de ciertas operaciones podría influir negativamente en el capital, el apalancamiento, la liquidez y otros aspectos financieros de BBVA o del grupo bancario en su conjunto. “Los reguladores competentes también podrían imponer requisitos adicionales al grupo como resultado de la transacción, lo que podría suponer la emisión de nuevos instrumentos de capital o MREL y/o generar costes adicionales”, menciona el reporte.
La fallida OPA sobre Sabadell, que culminó el 16 de octubre con solo un 25,4% de participación del capital con derecho a voto del banco catalán, ha sido un proceso prolongado y complicado, extendiéndose 17 meses desde su anuncio en mayo de 2024, según BBVA.











