BBVA ha confirmado que no alterará el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que Sabadell se comprometió a entregar a sus accionistas tras el acuerdo de venta de su subsidiaria británica TSB a Santander. Esta decisión se tomó a principios de julio y fue ratificada por los accionistas del banco catalán a inicios de agosto. Se espera que el reparto del dividendo se realice una vez que la transacción se finalice, lo cual está programado para el fin del primer trimestre de 2026.
Según el folleto de la OPA difundido el viernes, este dividendo extraordinario beneficiaría a BBVA como accionista de Sabadell, mejorando la solvencia del banco. Si BBVA consigue una aceptación total en la OPA, se anticipa un incremento de 60 puntos básicos en su ratio de capital CET1, lo que permitiría mitigar impactos negativos de la operación y elevar la solvencia a 13,60% desde el 13,00% registrado al cierre de junio pasado.
En una reciente declaración, el presidente de BBVA, Carlos Torres, indicó que es ‘prematuro’ discutir el uso específico de este dividendo, aunque subrayó que la política de remuneración del banco está diseñada para distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12% de CET1, además de entre el 40% y el 50% de los beneficios anuales. ‘En la medida en que tenemos exceso de capital y que ese pago de dividendo sería exceso de capital adicional, nuestro compromiso con el accionista es retornar los excesos de capital, aunque tendríamos que verlo en su momento y obviamente está sujeto a todo tipo de aprobaciones internas y externas’, comentó al respecto Torres.
BBVA considera tanto recompras como dividendos como métodos para la devolución de este capital.
