El Banco Central Europeo (BCE) ha destacado la solidez del sistema bancario europeo, capaz de soportar el actual entorno geopolítico y macrofinanciero lleno de incertidumbres, y de apoyar de manera eficiente a la economía del continente. No obstante, subraya la importancia de que los bancos estén equipados para enfrentar desafíos anteriormente considerados improbables.
“La posibilidad de que se produzcan eventos extremos de baja probabilidad (riesgos de cola) sea más alta que nunca”, señala el BCE, enfatizando en la escalada de tensiones geopolíticas, cambios en políticas comerciales, crisis ambientales y demográficas, y perturbaciones tecnológicas que agravan las vulnerabilidades estructurales.
En este contexto, el BCE pone énfasis en la necesidad de que las entidades bancarias mantengan una robusta aprobación de préstamos, una adecuada capitalización y una gestión prudente de los riesgos ambientales y naturales. Claudia Buch, presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, advierte: «Aunque la incertidumbre sobre la política económica es elevada actualmente, apenas se refleja en los indicadores de mercado sobre tensiones financieras, lo que conlleva un peligro de reevaluación brusca del riesgo».
La entidad también recalca la importancia de fortalecer la resiliencia operativa y las capacidades TIC ante desafíos emergentes, y anuncia ajustes en las prácticas de supervisión para aumentar su eficacia y eficiencia, incluyendo la reforma del proceso de revisión y evaluación supervisora (PRES).
Respecto a los requerimientos de capital, el BCE ha decidido reducir el requisito de capital CET1 al 11,2% para 2026, una leve disminución respecto al 11,3% actual, marcando la primera reducción desde 2020. Además, se informa de una mejora en la puntuación media del PRES y ajustes en los recargos por exposiciones dudosas y operaciones apalancadas.
