El papel del dinero en efectivo ha sido subrayado por el Banco Central Europeo (BCE) como esencial durante episodios críticos, tal como se refleja en su reciente informe titulado ‘Mantenga la calma y lleve efectivo: lecciones sobre el rol único del dinero físico en cuatro crisis’. Este documento pone de manifiesto la relevancia del efectivo durante el apagón del pasado 28 de abril.
Según el BCE, el dinero contante sirvió de soporte vital ese día cuando los sistemas de pago digitales colapsaron. La utilidad psicológica y práctica del efectivo, así como su liquidez descentralizada, lo convirtieron en la alternativa de pago de emergencia predilecta.
‘El apagón ibérico puso de relieve el papel del efectivo como método de pago indispensable cuando fallan las infraestructuras digitales y también como instrumento importante para tranquilizar a la población, ampliando su influencia incluso a zonas que no se vieron directamente afectadas por la crisis inicial’, explicó el BCE.
En ese día, el uso de tarjetas de crédito cayó drásticamente, entre un 41% y un 42% en comparación con un día típico, mientras que las transacciones de comercio electrónico experimentaron una reducción del 54%.
‘Este acontecimiento transformó el efectivo, que era una opción de pago entre muchas otras, en el único medio de compra para muchas de las personas que lo poseían o podían acceder a él, ya que los billetes existentes seguían siendo perfectamente funcionales incluso cuando los sistemas digitales y muchos cajeros automáticos no funcionaban’, resaltó el estudio.
El informe también cita pérdidas directas para el PIB que oscilaron entre los 400 y 1.600 millones de euros, según estudios de CaixaBank Research y ‘Reuters’. Además, el BCE destacó que eventos como la guerra de Ucrania, la pandemia o la crisis de deuda soberana griega demuestran un ‘patrón constante’ de cómo el efectivo se convierte en una ‘reserva estable de valor’ durante períodos de ‘estrés agudo’.
Varios gobiernos, incluyendo los de Países Bajos, Austria y Finlandia, han comenzado a enfatizar la importancia de mantener reservas de efectivo para asegurar la adquisición de bienes esenciales durante al menos 72 horas.
