La gran banca española ha logrado acumular unos beneficios netos de 12.773 millones de euros hasta el mes de septiembre, lo que supone un incremento cercano al 9% en comparación con el mismo periodo del año 2024, de acuerdo con los datos recopilados por Neovantas.
Según un comunicado de la firma, estos resultados ya contemplan el impacto financiero del impuesto a la banca, que ha representado un coste de 1.423 millones de euros para estas entidades financieras.
Este análisis incluye únicamente las operaciones en España de importantes bancos como Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, además de los resultados de Bankinter y Unicaja. Estas últimas entidades no especifican sus ganancias por región, y la actividad de Unicaja se focaliza exclusivamente en el mercado nacional.
Neovantas también ha observado que, a pesar de que los tipos oficiales del Banco Central Europeo se mantuvieron en el 2% durante el tercer trimestre, tras haberse reducido desde el 3% en la primera mitad del año, esto ha repercutido en una disminución del 2,4% en el margen de intereses, cerrando septiembre con 22.888 millones de euros. No obstante, el aumento del 4,3% en el volumen de comisiones hasta alcanzar los 8.565 millones de euros no ha compensado completamente esta caída, lo que resultó en una reducción del 0,7% en los ingresos recurrentes, situándolos en 31.453 millones de euros.
El presidente de Neovantas, José Luis Cortina, destacó que las entidades han proseguido con su «reordenación, digitalización y aplicación de inteligencia artificial» buscando una mayor eficiencia en sus costes. Esto ha permitido que la ratio de eficiencia se sitúe por debajo del 45% en la mayoría de los casos, aunque Unicaja todavía se mantiene ligeramente por encima, con un 45,2% a fecha de 30 de septiembre.
A pesar de estos esfuerzos, los gastos de explotación de la gran banca se elevaron a 13.049 millones de euros, un 2,8% más que en el mismo periodo del año anterior.
El informe también subraya que la morosidad se ha mantenido en niveles muy bajos, situándose en el 2,93% en agosto, gracias al continuo descenso de los préstamos impagados y a un incremento en la cartera de crédito, favorecido por un buen ritmo de crecimiento económico en España.
En cuanto a las perspectivas futuras, Cortina advierte de ciertas «señales de agotamiento» que podrían indicar una posible disminución en los resultados de los bancos para 2026. Para enfrentar este escenario, las entidades están enfocadas en reducir costes, acelerar inversiones en tecnología y en inteligencia artificial, impulsar servicios de valor añadido y fomentar préstamos al consumo, aunque con cautela para evitar riesgos de impagos.
Finalmente, Cortina también menciona la incertidumbre sobre la duración del impuesto a la banca y la posibilidad de consolidación en el sector bancario, especialmente si se presenta una desaceleración económica que podría impulsar la adquisición de aquellas entidades que no logren adaptarse a tiempo.
