Best Buy, la reconocida cadena de tiendas de electrónica en Estados Unidos, concluyó su segundo trimestre fiscal, que terminó a inicios de agosto, con un beneficio neto de 186 millones de dólares (160 millones de euros), representando una disminución del 36% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
La facturación entre mayo y julio ascendió a 9.438 millones de dólares (8.124 millones de euros), un incremento del 16% respecto al año anterior. Esto incluye un crecimiento del 0,9% en las ventas domésticas, alcanzando los 8.698 millones de dólares (7.487 millones de euros), y un aumento del 11,3% internacionalmente, sumando 740 millones de dólares (637 millones de euros).
En la primera mitad de su año fiscal, la empresa vio una reducción del 27,7% en su beneficio neto, situándose en 388 millones de dólares (334 millones de euros), mientras que las ventas totales fueron de 18.205 millones de dólares (15.670 millones de euros), marcando un leve aumento del 0,4%.
Declaraciones de la Dirección
«Logramos un crecimiento de ventas comparables del 1,6% en el segundo trimestre, nuestro mayor crecimiento en tres años», declaró Corie Barry, CEO de Best Buy, destacando que este resultado fue impulsado por la innovación tecnológica, la experiencia omnicanal del cliente y fuertes alianzas con proveedores. Barry también anticipó una segunda mitad del año «intensa y emocionante», destacando que el crecimiento de las ventas se mantuvo en agosto gracias a una excelente respuesta a las promociones de regreso a clases.
«Para el tercer trimestre, prevemos un crecimiento de las ventas comparables similar al del segundo trimestre, y una tasa de ingresos operativos ajustados similar a la del 3,7% del tercer trimestre del año pasado», afirmó Matt Bilunas, CFO de Best Buy.
La empresa mantiene sus previsiones para el año completo, esperando que los ingresos totales oscilen entre 41.100 y 41.900 millones de dólares (35.377 y 36.065 millones de euros), y un beneficio por acción ajustado de entre 6,15 y 6,30 dólares.















