El representante del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha formalizado una serie de interrogantes hacia el Gobierno para esclarecer qué datos gestiona el poder central respecto a la revisión del veto a la pesca de fondo en 87 zonas y para promover que el Gobierno exija una revisión basada en estudios científicos precisos, que consideren un balance óptimo entre la viabilidad socioeconómica y la conservación del medio ambiente.
Como ha señalado el legislador nacionalista, la flota de palangre y de las artes de fondo está experimentando las «nefastas consecuencia» de esta restricción, impuesta por la Comisión Europea en 2022, que ha repercutido significativamente en localidades como Burela, donde las capturas por embarcación se redujeron en más de un 30% y las repercusiones económicas han perjudicado a aproximadamente 1.600 familias.
Este contexto llevó a la presentación de un recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE, que argumentaba la ausencia de un estudio científico meticuloso para evaluar el impacto de estas técnicas pesqueras, entre otros puntos, aunque el TJUE desestimó dicho recurso en junio anterior.
Adicionalmente, el BNG ha recordado que la Comisión ha anunciado que efectuará la revisión de este veto, lo que podría resultar en la expansión de las áreas afectadas a 104 o 115. «La posibilidad de ampliar la prohibición significaría un golpe mortal y la casi extinción del palangre demersal, y un estilo de vida basado en una pesca sostenible, que es fuente de empleo en las comunidades costeras y vitaliza la economía», ha alertado Néstor Rego.
En consecuencia, ha instado al Gobierno central a divulgar «qué información tiene» respecto a esta inminente revisión y a la posibilidad de incrementar el veto a más zonas; el BNG también inquiere si el Ejecutivo «está exigiendo» a la Comisión que considere informes científicos y el diálogo con el sector; y si defenderá ante la UE la necesidad de ese equilibrio entre conservación ambiental y viabilidad económica y social.











