La Comisión Europea ha anunciado este martes la apertura de un expediente de investigación formal contra Google, matriz de Alphabet, por posibles prácticas contrarias a la competencia vinculadas al uso de contenidos de medios de comunicación y plataformas digitales para entrenar sus sistemas de Inteligencia Artificial (IA) sin ofrecer una compensación adecuada.
Las autoridades comunitarias sospechan que estas conductas podrían estar alterando el equilibrio competitivo frente a otros desarrolladores de modelos de IA, lo que, si se confirma, podría derivar en una sanción económica de gran envergadura contra la tecnológica estadounidense.
“La IA está aportando una innovación notable y numerosos beneficios a las personas y las empresas de toda Europa, pero este progreso no puede ir en detrimento de los principios fundamentales de nuestras sociedades”, ha señalado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Teresa Ribera, en una nota oficial.
La comisaria ha subrayado además que “Google podría haber impuesto condiciones injustas a editores y creadores de contenido, perjudicando a los desarrolladores de modelos de IA rivales”.
En el foco de la investigación figuran, en particular, los servicios generativos de Google basados en IA integrados en su buscador, conocidos como “Resumen de IA” y “Modo IA”. Bruselas dispone de indicios de que la compañía habría recurrido a contenidos de editores web para alimentar estas funciones en las páginas de resultados de búsqueda sin remunerar de forma adecuada a dichos editores y sin darles una opción real de oponerse a ese uso de su material.
La Comisión examinará hasta qué punto la generación de resultados por parte de “Resumen de IA” y “Modo IA” se sustenta en el contenido producido por editores en Internet sin una compensación proporcional y sin que estos puedan negarse sin arriesgar su presencia en el buscador de Google. El Ejecutivo comunitario recuerda que una parte sustancial de los medios depende del tráfico que llega a través del motor de búsqueda de Google y teme que muchos no se atrevan a cuestionar estas condiciones por miedo a perder visibilidad.
El expediente también abarcará el posible uso de vídeos y otros materiales alojados en YouTube para entrenar los modelos de IA generativa de Google, de nuevo sin pago adecuado a los creadores ni una vía efectiva para rechazar ese aprovechamiento de sus obras.
Según detalla Bruselas, los creadores que suben vídeos a YouTube se ven obligados a conceder a Google autorización para utilizar sus datos con múltiples fines, entre ellos el entrenamiento de modelos de IA generativa. Sin embargo, la empresa no remunera a los autores por ese uso específico ni les permite mantener sus contenidos en la plataforma si no aceptan esas condiciones. Al mismo tiempo, las normas de uso de YouTube impiden que desarrolladores de IA competidores se sirvan de ese mismo contenido para entrenar sus propios modelos, lo que, a juicio de la Comisión, podría reforzar la posición de Google frente a otros actores del mercado.











