Economía

Bruselas confía en el aval rápido de los 27 para cerrar el acuerdo con Mercosur a comienzos de enero

La Comisión Europea presiona a los 27 para cerrar cuanto antes el acuerdo con Mercosur y poder firmarlo a comienzos de enero tras el último aplazamiento.

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Bruselas confía en el aval rápido de los 27 para cerrar el acuerdo con Mercosur a comienzos de enero

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La Comisión Europea considera que ya ha hecho "todo lo posible" para "tranquilizar" a los gobiernos de la UE sobre las garantías de que el tratado de libre comercio con Mercosur será positivo para el bloque comunitario. Por ello, espera que, tras nuevos contactos en los próximos días para despejar las dudas que impidieron su firma el pasado sábado, los Veintisiete otorguen finalmente su visto bueno "cuanto antes" y el pacto pueda suscribirse a comienzos de enero.

"En opinión de la Comisión, hemos dado todos los pasos posibles para tranquilizar a nuestros Estados miembro, consumidores y agricultores, por lo que ahora creemos que hay un acuerdo sobre la mesa que pueden apoyar con confianza", ha resumido en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comercial del Ejecutivo comunitario, Olof Gill.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tenía previsto participar el pasado sábado, junto al presidente del Consejo Europeo, António Costa, en una ceremonia al margen de la cumbre de Mercosur en Brasil para estampar la firma en el acuerdo, lo que habría permitido su aplicación provisional desde comienzos de 2026, mientras se completaba la ratificación formal y su entrada en vigor definitiva.

Sin embargo, la tradicional oposición frontal de Francia y las reservas de Italia, que en el último momento reclamó más tiempo antes de votar el mandato que debía autorizar el viaje de Von der Leyen, frustraron la rúbrica en la fecha prevista. El aplazamiento se comunicó, no obstante, con el compromiso de desbloquear la firma en las primeras semanas de enero.

En este contexto, Gill ha explicado este lunes que los gobiernos de la UE han solicitado "algo más de tiempo para discutir" las aclaraciones y las medidas de acompañamiento del pacto —como las salvaguardas pactadas entre el Consejo y la Eurocámara la semana pasada— y "entender los detalles".

Bruselas mantiene ahora contactos con estos Estados miembro para "avanzar en la decisión", ha indicado el portavoz, que ha reiterado la confianza del Ejecutivo comunitario en lograr "cuanto antes" el respaldo de los países de la Unión para poder firmar el acuerdo comercial "a primeros de enero".

El Ejecutivo comunitario, competente en política comercial en nombre de los 27, necesita la autorización por mayoría cualificada de los Estados miembro para sellar el tratado. Aunque el 'no' de Francia, junto al de Polonia y otros países reticentes, no bastaría por sí solo para frenarlo, una eventual abstención de Italia sí podría inclinar la balanza y permitirles conformar una minoría de bloqueo.

En este escenario, los servicios comunitarios recalcan que no existe margen para reabrir el texto del acuerdo y subrayan que las medidas que se están perfilando son de "acompañamiento", limitadas al ámbito competencial de la UE y sin impacto sobre los compromisos asumidos por los países de Mercosur.

Dentro de este paquete se incluyen, por ejemplo, las salvaguardas destinadas a reforzar la vigilancia de los mercados por parte de Bruselas, con el fin de garantizar que se abra una investigación que permita suspender las importaciones de productos sensibles en caso de graves distorsiones, como la combinación de fuertes caídas de precios en la UE y un notable aumento de las compras al exterior.

El Ejecutivo comunitario trabaja también en un refuerzo de los controles aduaneros tanto en la Unión como en los países exportadores, para verificar que los bienes que acceden al mercado único respetan los estándares fitosanitarios de la UE que ya se exigen a todas las importaciones. Además, las denominadas "cláusulas espejo" para exigir los mismos niveles de producción se sitúan en un horizonte más largo, ha matizado el portavoz, quien ha recordado que hay una evaluación de impacto en curso cuyas conclusiones no se recogerán en un informe, previsiblemente, hasta el verano de 2026.

En cualquier caso, Gill ha admitido que son conscientes de que "la última milla antes de la línea de meta es siempre la más difícil" y que, por ese motivo, consideran "manejable" un retraso de algunas semanas si ello permite culminar la firma del tratado, que acumula ya un proceso de negociación de 26 años desde el inicio de las conversaciones.

"La razón por la que dijimos que queríamos dejar firmado el acuerdo la semana pasada es porque creemos que hay un sentido de urgencia y porque estamos muy cerca de la línea de meta", ha señalado Gill, quien ha añadido que la Comisión está convencida de que el pacto —que cuenta con un apoyo mayoritario entre los 27— es de "inmensa importancia en lo económico, lo diplomático y lo geopolítico".