El comisario de Economía de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, avaló este jueves el pacto que están cerrando los gobiernos de la UE para mantener de forma indefinida inmovilizados los activos rusos ya congelados en territorio comunitario, una medida que veta su devolución a Rusia mientras persista la guerra y que, según el político letón, ofrece “una base sólida” para prolongar el bloqueo sin depender de las renovaciones semestrales del régimen de sanciones.
“Este reglamento prohíbe la transferencia de los activos inmovilizados rusos y prohíbe que Rusia pueda utilizarlos para continuar con la guerra de agresión a Ucrania”, ha afirmado el comisario de Economía.
El responsable comunitario explicó que la iniciativa se vincula “al daño económico que la guerra de agresión está produciendo a Ucrania y a los ataques híbridos que Rusia está produciendo a la economía europea”. De este modo, la nueva arquitectura legal permitirá separar la inmovilización de los activos del sistema ordinario de sanciones, que obliga a revisar y prorrogar cada seis meses las medidas restrictivas.
Dombrovskis subrayó que esta nueva base jurídica funcionará en paralelo al marco sancionador existente y que su puesta en marcha permitirá garantizar que los activos sigan bloqueados, eliminando uno de los “factores de riesgo” asociados al actual procedimiento de renovación periódica.
Al ser preguntado por las dudas planteadas por Bélgica, el comisario evitó pronunciarse sobre “la posición de un Estado miembro concreto”, si bien insistió en que la Comisión ha examinado la propuesta “desde la perspectiva jurídica” y ha estudiado “los posibles daños económicos directos e indirectos” que podría acarrear, incluidos los efectos sobre los precios de la energía y otros impactos derivados del contexto bélico.
Paso previo al préstamo de reparaciones para Ucrania
Los Veintisiete alcanzaron este jueves un entendimiento político para mantener inmovilizados sin límite temporal los 210.000 millones de euros en activos rusos congelados en la Unión Europea, una decisión concebida como paso previo para reforzar las salvaguardas antes de utilizar la liquidez generada por esos fondos para financiar el “préstamo de reparación” a Ucrania que los líderes europeos confían en cerrar en la cumbre de la próxima semana.
Según fuentes europeas citadas por Europa Press, una “aplastante mayoría” de Estados miembros respaldó a nivel de embajadores la modificación del artículo 122 de los Tratados de la UE, con el fin de vetar cualquier transferencia de estos activos a Rusia mientras dure la agresión, apoyándose en una cláusula excepcional que puede activarse por mayoría cualificada.
El recurso a este instrumento, que no exige unanimidad, permite a los socios comunitarios esquivar la amenaza constante de veto de Hungría cada vez que debe adoptarse una decisión relevante sobre Ucrania, incluida la prórroga semestral del paquete de sanciones que mantiene congelados los 210.000 millones de euros del Banco Central de Rusia depositados en entidades financieras europeas.
Tras el acuerdo entre embajadores, que debe formalizarse por procedimiento escrito a más tardar el viernes a las 17:00 horas, el Ejecutivo de Viktor Orbán difundió un duro comunicado en el que deja claro que rechaza frontalmente la decisión “sin precedentes” de prolongar las sanciones contra Rusia “sobre una base legal incorrecta” con el objetivo de “eludir” la obligación de unanimidad que, a su juicio, debería regir este tipo de decisiones.
