CaixaBank Research proyecta que la tasa de ahorro de los hogares españoles experimente un ajuste paulatino en los próximos ejercicios, con una reducción acumulada cercana a los tres puntos porcentuales entre 2026 y 2030, hasta situarse alrededor del 10% de la renta bruta disponible. Este movimiento aportaría en torno a tres décimas anuales adicionales al avance del Producto Interior Bruto (PIB).
El último informe mensual elaborado por CaixaBank Research incorpora un análisis específico sobre la evolución reciente de la tasa de ahorro de las familias en España, que continúa en niveles elevados, así como sobre los elementos estructurales y coyunturales que están detrás de esta dinámica.
Tomando como referencia los datos acumulados de los últimos cuatro trimestres, la tasa de ahorro de las familias en el segundo trimestre de 2025 se ha incrementado ligeramente hasta el 12,8% de la renta bruta disponible (RBD), frente al 12,6% registrado en el trimestre precedente.
Este registro se mantiene claramente por encima de la media observada entre 2015 y 2019 (7,2%) y prolonga la senda de recuperación iniciada en 2023. La casi estabilización de la tasa de ahorro en cotas altas responde a la convergencia en el crecimiento de la renta bruta disponible y del gasto de los hogares, con avances interanuales del 6% y del 5,9%, respectivamente.
De cara a 2025, los economistas de CaixaBank Research, Oriol Carreras Baquer y Javier García Arenas, anticipan que la renta bruta disponible aumente en torno al 5,5%, apoyada en la solidez del mercado laboral y en el mayor desembolso en pensiones. Este comportamiento, junto con un incremento similar del consumo nominal, mantendría la tasa de ahorro próxima al 13%.
Para 2026, los expertos calculan que el crecimiento de la renta bruta disponible se modere hasta una horquilla del 4,0%-4,5%, mientras que el consumo avanzará algo por encima de la renta, iniciando así el proceso de reducción de la tasa de ahorro.
Esta disminución estaría favorecida por la bajada del desempleo por debajo del 10%, la menor incertidumbre tras la estabilización de los aranceles y el impacto progresivo de unos tipos de interés más reducidos sobre las decisiones financieras de los hogares.
Bajo el supuesto de que la inflación converja hacia el 2% en 2026, que el euríbor se mantenga en torno al 2,2% actual, que la tasa de paro continúe descendiendo gradualmente hasta situarse entre el 8% y el 9% y que la riqueza financiera neta crezca a su ritmo medio histórico, el ejercicio de CaixaBank Research concluye que la tasa de ahorro tendería a converger hacia el 10% en los próximos cinco años. Se trataría de un nivel claramente inferior al actual, cercano al 13%, aunque todavía algo por encima de su media histórica.
En definitiva, la tasa de ahorro permanece en cotas altas, lo que respalda la capacidad de gasto futura de las familias. Tras una fase de estabilización en 2025, se anticipa un descenso paulatino en los años posteriores. En concreto, se calcula una caída acumulada de 3 puntos porcentuales entre 2026 y 2030, que se traduciría en un impulso de unas tres décimas al año al crecimiento del PIB, dado que cada punto menos en la tasa de ahorro se asocia a un aumento aproximado de 0,45 puntos porcentuales en el PIB.