Richemont, la corporación suiza que posee marcas de lujo tales como Cartier y Montblanc, ha reportado un beneficio neto de 1.813 millones de euros durante la primera mitad de su año fiscal, lo que representa un aumento del 296% en comparación con el mismo período del año anterior, según ha indicado la empresa.
En el ejercicio fiscal anterior, Richemont experimentó un descenso en sus resultados debido a un ajuste negativo excepcional de 1.200 millones de euros vinculado al valor de los activos netos retenidos para la venta de YNAP.
Así, el beneficio operativo de Richemont se situó en 2.358 millones de euros en el semestre, un incremento del 7% respecto al mismo lapso del año fiscal previo.
Las ventas de Richemont entre abril y septiembre alcanzaron los 10.619 millones de euros, un aumento del 5,4%, incluyendo un crecimiento del 10% en Europa hasta los 2.586 millones de euros y del 11% en América hasta los 2.600 millones de euros. Sin embargo, en Japón, las ventas semestrales descendieron un 5%, sumando 1.027 millones de euros, mientras que en Oriente Próximo y África las ventas aumentaron un 13%, alcanzando los 965 millones de euros.
En Asia Pacífico, las ventas de Richemont permanecieron estables en 3.441 millones de euros, aunque ajustando por el tipo de cambio, mostraron un aumento del 5%.
Durante el segundo trimestre fiscal, la facturación de Richemont fue de 5.207 millones de euros, un 8% más en términos absolutos y un 14% más a tipo de cambio constante, con incrementos del 9% en Europa y del 12% en América.
Johann Rupert, presidente de Richemont, afirmó: ‘La mayoría de las regiones tuvieron un buen desempeño en el primer semestre, lideradas por un crecimiento de las ventas de dos dígitos en Europa, América y Oriente Medio, tanto a tipos de cambio reales como constantes.’ Además, destacó el crecimiento en China, Hong Kong y Macao, junto con Japón, durante el segundo trimestre fiscal.
El grupo también mencionó que el impacto negativo de los tipos de cambio y el aumento en el costo de las materias primas, especialmente el oro, así como los aranceles estadounidenses, aunque limitados, no fueron completamente contrarrestados por las subidas de precios ni por la mejora en la combinación de productos. Para el presente año fiscal, Richemont estima que el impacto de los aranceles estadounidenses rondará los 300 millones de euros.