La siderúrgica especializada en acero largo ecológico Celsa ha cerrado este miércoles su proceso de refinanciación de deuda, tras completar el desembolso de 1.200 millones de euros en bonos que fueron anunciados el pasado jueves y recibir, de forma paralela, nuevas aportaciones en efectivo de sus accionistas por un total de 800 millones de euros.
Según ha detallado la empresa en un comunicado, la colocación de estos bonos registró una demanda que “superó ampliamente la oferta”, lo que ha permitido a la compañía utilizar los fondos ingresados este mismo miércoles para proceder al repago íntegro de toda la deuda del grupo incluida en la operación de refinanciación.
El consejero delegado de Celsa Group, Jordi Cazorla, ha subrayado que esta transacción representa “el hito final” dentro del proceso de transformación operativa y financiera que la compañía puso en marcha en 2023, y que ha ido acompañado de una reordenación de su estructura de capital.
Cazorla ha destacado además que “nos adentramos en un entorno favorable y ahora podemos capitalizar el mercado positivo y los cambios regulatorios previstos a corto plazo. El apoyo continuo de nuestros accionistas y socios financieros sigue siendo invaluable en este proceso”, en referencia al respaldo recibido por parte de los propietarios y de las entidades que participan en la financiación.
Con esta refinanciación, Celsa explica que se han optimizado tanto el coste como los plazos de vencimiento de su deuda, reforzando así su posición financiera de cara a los próximos años.











