La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha resaltado el miércoles que, tras los recientes datos de la Contabilidad Nacional del tercer trimestre, el crecimiento económico de España continúa a un ritmo robusto, aunque las exportaciones de bienes muestran signos de debilidad.
La patronal ha actualizado sus proyecciones económicas, anticipando un aumento del PIB del 2,9% para 2025 y del 2,3% para 2026, cifras que considera alineadas con los datos preliminares del PIB del tercer trimestre que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha divulgado hoy.
De acuerdo con la CEOE, los indicadores del tercer trimestre afirman que la demanda interna es el principal impulsor de la economía, registrando un crecimiento del 1,2% trimestral, superior al 0,8% del periodo anterior. Destacan especialmente la recuperación en la inversión, que se espera aumente un 7,6% interanual durante el tercer trimestre de 2025.
Por otro lado, el sector exterior es señalado como el componente más débil, restando seis décimas al crecimiento del PIB de manera intertrimestral, en un escenario donde las importaciones se ven fortalecidas por la robusta demanda interna y las exportaciones experimentan una notable desaceleración.
“El contexto de incertidumbre geopolítica internacional y el aumento de los aranceles está teniendo un impacto negativo en las exportaciones de bienes”, destaca un comunicado de la CEOE.
Asimismo, se critica la caída en la productividad por ocupado, que intensifica su ritmo descendente interanual hasta el -0,5%, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada también sufre una desaceleración, alcanzando solo el 0,3% interanual.
La remuneración por asalariado y los costes laborales unitarios exhiben un aumento considerable, con un incremento acumulado de cerca del 25% desde 2019, lo que supone un desafío para la competitividad de la economía española.
Adicionalmente, la CEOE pone de manifiesto que el Excedente de Explotación Bruto (EBE) crece menos que el PIB, reduciendo su proporción en la estructura económica a niveles mínimos históricos, con un 41,5% en el tercer trimestre, cifras solo comparables a las de 2020 y 2021.
Según la CEOE, esta tendencia del EBE podría restringir futuras decisiones de inversión empresarial.
















