En el transcurso del último año, aproximadamente 18.000 hogares decidieron utilizar un servicio de consolidación de deudas, de acuerdo con la información extraída del barómetro anual que Asufin realiza sobre este asunto.
El informe indica que para junio de 2025, alrededor de 956.000 familias habían optado por la consolidación de deudas, lo que representa el 5,20%, es decir, un incremento de una décima.
Este dato revela una desaceleración en la frecuencia con la que las familias recurren a este servicio, ya que de 2023 a 2024 el porcentaje aumentó del 4,8% al 5,1%, lo que equivale a unas 55.000 familias adicionales.
La hipoteca continúa siendo el principal instrumento para la consolidación, registrando un aumento del 59,1% al 59,4% en las operaciones, mientras que los préstamos personales decrecieron del 40,9% al 40,6%.
En cuanto a los productos incluidos en las consolidaciones, las deudas por tarjetas de crédito se mantienen al frente, aumentando tres décimas del 92% al 92,3%. Los préstamos personales ocupan el segundo lugar, aunque descendieron cuatro décimas hasta el 78,7%. Las hipotecas también disminuyeron, situándose en el 64,2%, una caída de seis décimas.
Las entidades reguladas, principalmente bancos con un 71,8% y establecimientos financieros de crédito (EFC) con un 4,5%, dominan más del 75% de las operaciones.
Respecto al plazo, el corto plazo (menos de 5 años) ha disminuido nueve décimas, hasta el 31,1% del total de consolidaciones, mientras que las operaciones de más de 15 años han aumentado hasta el 37,2%, casi un punto más.
Según una simulación realizada por Asufin, se utiliza el ejemplo de una familia con ingresos de 3.200 euros pero con una ratio de esfuerzo del 72% debido a múltiples compromisos financieros. Los refinanciadores suelen proponer una nueva hipoteca que puede reducir la carga mensual de la deuda en un 70%. No obstante, al extender el plazo e incrementar los intereses, el coste total del crédito puede aumentar hasta 3,5 veces.
