Este viernes, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha comunicado que la presión sobre la inflación ha disminuido, aun en medio de la volatilidad causada por las tensiones comerciales impulsadas por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
“Las perspectivas para la inflación en la eurozona siguen siendo inciertas, ya que la volatilidad persistente fruto de las políticas comerciales a nivel mundial genera riesgos al alza y a la baja. Al mismo tiempo, a medida que se ha ido recabando nueva información, el abanico de riesgos en ambos sentidos se ha estrechado”, declaró Lagarde en una reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI.
La líder del BCE ha enfatizado que el banco no se ha comprometido de antemano con un plan fijo de ajuste de tipos y ha reafirmado que las decisiones futuras sobre los tipos de interés se tomarán en cada reunión, basándose en la evaluación continua de los datos económicos.
Además, Lagarde señaló que los riesgos para el crecimiento económico parecen haberse estabilizado tras disminuir la amenaza de un conflicto comercial extenso, gracias a un acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos.
“Las tensiones geopolíticas siguen siendo una importante fuente de incertidumbre. Por el contrario, un gasto en defensa e infraestructuras superior al previsto en la UE, junto con las reformas que mejoren la productividad, contribuirían al crecimiento”, concluyó Lagarde.