Aproximadamente 50 urbes de Europa, que representan solo el 0,2% de los destinos turísticos del continente, acaparan cerca del 50% de todas las valoraciones sobre tours, actividades y lugares de interés, de acuerdo con lo expuesto en el reciente estudio de Arival y Destination Wayfinder ‘Beyond Capacity: Managing Demand at Europe’s Top Attractions’ (Más allá de la capacidad: gestión de la demanda en las principales atracciones de Europa).
Este informe resalta la ‘creciente presión sobre las experiencias turísticas más populares de Europa’, mientras propone estrategias para asegurar una gestión equilibrada y accesible a futuro.
RETOS OPERATIVOS Y DE GESTIÓN DE VISITANTES
En tales destinos, ciertas experiencias reciben una ‘atención desproporcionada’. En ciudades como París, las cinco principales atracciones de más de 4.000 listados de operadores concentran el 44% de todas las opiniones, un fenómeno similar al observado en Roma (34%), Barcelona (43%) y Ámsterdam (41%).
‘Este informe es un llamamiento a la acción para que los destinos, los operadores y las atracciones colaboren en soluciones más inteligentes y sostenibles’, señaló Douglas Quinby, cofundador y director ejecutivo de Arival.
El estudio también aborda las consecuencias prácticas de esta concentración de la demanda.
ESTRATEGIAS DE ACCESO EQUITATIVO
‘Desde la disponibilidad limitada de entradas y la tecnología obsoleta hasta los cambios normativos y las preocupaciones en torno a las prácticas éticas de venta de entradas, muchos operadores y atracciones se enfrentan a una presión cada vez mayor para satisfacer las expectativas de los clientes y, al mismo tiempo, preservar la experiencia de los visitantes’, menciona el documento, que sugiere modernizar la gestión de entradas y visitas mediante precios dinámicos, entradas programadas y análisis en tiempo real.
El informe también recomienda estrategias de acceso equitativo como las ventanas de prioridad local, incentivos fuera de las horas punta y herramientas de gestión de colas para ayudar a ‘distribuir la demanda de forma más justa’.
Para las organizaciones de destinos, se sugiere una mayor inversión en diversificación de experiencias, promoviendo áreas menos conocidas, guías locales y ofertas culturales a menor escala. ‘También fomenta una mayor participación de las partes interesadas y la comunidad a través de las aportaciones de los residentes y la cartografía del flujo de visitantes, junto con esfuerzos coordinados de planificación público-privada siguiendo el modelo de programas como ‘Localhood’ de Copenhague’, explica el análisis.
Kristin Dunne, vicepresidenta de Destination Wayfinder, comentó que el exceso de turismo es un ‘síntoma del desequilibrio de los destinos, lo que indica la necesidad de una mayor y mejor gestión de los mismos’. ‘Los destinos tienen la responsabilidad no solo de crear experiencias transformadoras para los visitantes, sino también de proteger estos sitios históricos y culturales para las generaciones futuras’, concluyó.