La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) ha solicitado la disminución de ciertos impuestos como el IBI o el IVA, y propone implementar diversas deducciones fiscales en la comercialización, promoción y compra de inmuebles. Esto con el fin de disminuir los impuestos que afectan al sector, que representan aproximadamente un 25% del coste total de una propiedad.
Específicamente, recomienda establecer un IVA superreducido del 4%, reducir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y clarificar la base imponible del Impuesto local sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
La CNC argumenta que las barreras fiscales incrementan el coste de las viviendas y complican tanto su construcción como el acceso a ellas, señalando que desde la adquisición de terrenos hasta la venta del inmueble se incurre en alrededor de 14 tributos y tasas.
Además, dado que estos impuestos se abonan a nivel local, autonómico y estatal, la patronal demanda un compromiso político para reducir esta carga fiscal. Inicialmente, aconseja disminuir los impuestos en las transacciones de compra y venta como el ITP o el AJD para promover la movilidad residencial y facilitar tanto la propiedad como el alquiler, proponiendo también reducir el IVA del 10% al 4% para bajar el precio final, siguiendo ejemplos de países como Portugal.
Asimismo, solicita incrementar las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones para la vivienda habitual, prevenir que algunos herederos deban vender la propiedad para enfrentar los impuestos, aunque en muchas áreas este tributo ya está considerablemente bonificado.
Igualmente, propone ajustar por inflación las ganancias de capital inmobiliarias y evitar la doble tributación; disminuir la litigiosidad y las incoherencias en las bases de liquidación, especialmente las que enfrentan al IBI con el ITP, el AJD y los impuestos de Sucesiones y Donaciones; y reducir los tipos de gravamen del IBI.
INCENTIVOS A PROPIETARIOS
Paralelamente, la CNC busca una mayor equidad fiscal entre la compra y el alquiler, introduciendo incentivos fiscales adicionales para el arrendamiento, de manera que se alivie la carga tributaria sobre los arrendadores que ofrezcan alquileres más económicos, añadiéndose a las ya existentes deducciones en el IRPF.
Además, recomienda que las rentas obtenidas por alquiler se consideren como ahorro, lo que implicaría una reducción de impuestos para quienes más ingresan. Actualmente, estas rentas se suman a otros ingresos como el salario, tributando desde el 19% hasta el 47%, este último porcentaje para ingresos superiores a 300.000 euros. La propuesta es que se integren al ahorro, que tributa desde el 19% hasta el 30%, aplicable a más de 300.000 euros de ahorro.
 QUIÉN ES QUIÉN
 QUIÉN ES QUIÉN A MANO ALZADA
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