COAG califica como un desastre la falta de acogida de la campaña de remolacha en la planta de Azucarera en Jerez para 2026

COAG Andalucía señala como desastroso que la planta de Azucarera en Jerez no procese remolacha en 2026, afectando a productores locales.

Archivo - Fábrica de la Azucarera, a 28 de mayo de 2025, en La Bañeza, León, Castilla y León (España). Fernando Otero - Europa Press - Archivo

La organización agraria COAG Andalucía ha descrito como “un auténtico desastre” la decisión de la planta de Azucarera en Jerez de la Frontera (Cádiz) de no procesar la remolacha en la temporada de 2026. Esta medida repercute negativamente en las áreas productoras de Cádiz y Sevilla, donde el cultivo ha jugado un papel crucial en la economía y en el ámbito social.

Diego Bellido, encargado de remolacha en COAG Andalucía, ha declarado que “si cierra la fábrica –de Jerez–, desaparece el cultivo”, subrayando que el cultivo está “vinculado a nuestro territorio” y que “ahora se va a sustituir por importaciones de materia prima traída en barco desde la otra punta del mundo, mientras se abandona a los productores locales, asfixiados por el incremento de costes y la falta de precio y de rentabilidad”. Ha añadido que la situación actual “se confirma era una muerte anunciada”.

La asociación ha indicado que recientemente solo se cultivaron cerca de 6.000 hectáreas en Andalucía, una cifra considerablemente inferior a las 9.000 o 10.000 hectáreas de temporadas pasadas. Además, la baja en los precios por parte de la industria y condiciones climáticas adversas contribuyeron a una campaña particularmente difícil, con la aparición de enfermedades y plagas que incrementaron los costes y disminuyeron notablemente los rendimientos.

En cuanto a las áreas de cultivo de secano, se observaron algunos resultados ligeramente mejores gracias a las precipitaciones, aunque se resaltó que “no hay otro cultivo alternativo donde los agricultores puedan aplicar las ayudas agroambientales (API), ya que en secano no se siembra algodón”.

COAG Andalucía ha lamentado profundamente la preferencia por la importación de remolacha de terceros países sobre la producción local, lo que ha llevado a un “desmantelamiento del sector similar a la reconversión de 2005, un sinsentido económico, social y ambiental que deja nuestras tierras en manos de importaciones”, según Bellido. Frente a este panorama, la organización ha urgido la intervención de las autoridades para proteger este cultivo histórico y mantener las ayudas que permiten su viabilidad en áreas de secano.

Personalizar cookies