Colectivos agrícolas exigen a Azucarera reconsiderar la clausura de su fábrica en Jerez prevista para 2026

Grupos agrícolas instan a Azucarera a anular el cierre de su planta en Jerez en 2026, vital para la economía rural.

Archivo - Detalle de la fábrica de la Azucarera en La Bañeza, León, Castilla y León (España).Fernando Otero - Europa Press - Archivo

Entidades agrarias como COAG Andalucía, Asaja Andalucía, UPA Andalucía y el Grupo Remolachero de Sevilla han solicitado a AB Azucarera que reconsidere su plan de «cerrar» su establecimiento en Jerez, el único en Andalucía, que dejaría de operar en 2026, argumentando que «no es tarde» para cambiar esta decisión.

En un comunicado conjunto, estas organizaciones han alertado que esta medida provocaría la desaparición del cultivo de la remolacha en la región, afectando directamente a un modelo agrícola que es social, sostenible y crucial para el empleo rural.

Según han indicado, la Junta de Andalucía «mantiene su total disposición a apoyar la continuidad de la actividad industrial en Jerez, desde perspectivas técnica y económica».

«La excusa de que ya no hay tiempo carece de fundamento y responde únicamente a una estrategia para justificar una decisión que estaba tomada de antemano», han criticado, acusando a Azucarera de actuar «de espaldas al sector, dando falsas esperanzas y generando una incertidumbre que ahora se traduce en abandono».

Las entidades demandan que AB Azucarera «rectifique de inmediato, se siente a negociar de forma seria y transparente y aproveche la mano tendida de la Junta para garantizar el futuro de la planta de Jerez y de todo el sector remolachero andaluz».

Además, han destacado que «el cierre es un duro golpe» para los agricultores del sector, que han mantenido este cultivo durante décadas, adaptándose a las demandas de la industria. La pérdida del cultivo de la remolacha no solo sería un golpe a la producción, sino también al tejido rural, poniendo en juego la estabilidad de numerosas familias y la viabilidad de explotaciones agrícolas que dependen de este cultivo.

Por ello, las organizaciones rechazan que esta decisión se base solo en criterios económicos, ignorando el impacto social y territorial que implicaría.

«Cerrar la azucarera de Jerez es condenar a la remolacha en Andalucía, y aún se está a tiempo de evitarlo», concluyen las entidades agrarias.

La semana pasada, Azucarera anunció su intención de trasladar la producción de 2026 fuera de Jerez, lo que afectaría significativamente al sector. El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, calificó esta decisión de «mala noticia», e instó a la empresa a una reunión para explorar cómo la Junta podría ayudar a modificar esta decisión, aunque la fecha de dicho encuentro todavía no se ha establecido.

En mayo, Azucarera reveló un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a 11 empleados en Jerez y a un total de 251 trabajadores en España, con el objetivo de «concentrar toda la productividad y producción» en la planta de Toro, Zamora, lo que llevaría al «cierre» de la fábrica en La Bañeza, León.

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