La Comisión Europea ha puesto en marcha una investigación para determinar si Red Bull ha infringido las leyes de competencia de la Unión Europea al limitar la competencia de otras marcas de bebidas energéticas en puntos de venta como supermercados y gasolineras. Según las acusaciones, la empresa habría ofrecido incentivos a los comerciantes para desfavorecer la venta de productos competidores.
«Queremos aclarar si estas prácticas están contribuyendo a mantener los precios elevados y limitando la oferta de bebidas energéticas para los consumidores», indicó Teresa Ribera, vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y encargada de la cartera de Competencia.
La sospecha principal es que Red Bull ha implementado una estrategia en toda Europa para «restringir la competencia» de bebidas energéticas, especialmente aquellas de más de 250ml, en lugares de venta off trade. Además, existen «indicios» de que esta táctica se ha usado para perjudicar al principal competidor de Red Bull en los Países Bajos, donde la empresa tiene una posición dominante, ofreciendo a los puntos de venta incentivos tanto monetarios como no monetarios para minimizar o eliminar la presencia de productos rivales.
La investigación también aborda la posible manipulación en la gestión de categorías por parte de Red Bull, donde se sospecha que han podido influir indebidamente en la selección, ubicación y promoción de las bebidas energéticas en los comercios, en detrimento de las marcas competidoras.