Este miércoles, la Comisión Europea ha dado su visto bueno a la formación de un grupo de negociación de licencias automotrices y a un pacto de compras conjuntas destinadas a la descarbonización de equipos en puertos europeos, con el fin de disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La evaluación de Bruselas determina que este colectivo negociador se ajusta a las leyes antimonopolio de la UE, pues se encarga de negociar patentes esenciales estándar necesarias para implementar un estándar específico en un producto, como 4G, 5G o wifi, para normas que no son específicas del sector automovilístico.
Además, la Comisión considera «poco probable» que la cuota de mercado combinada de los integrantes del grupo exceda el 15% de la demanda total relevante en los mercados de compra, ya que estas tecnologías son aplicables en una variedad de sectores y para distintos fines.
El grupo permite la adhesión de otras compañías del sector automotriz interesadas, incluyendo fabricantes de vehículos y proveedores de componentes, si lo desean, y las negociaciones con los miembros son voluntarias para los titulares de las patentes, lo que significa que estos son libres de iniciar una negociación y finalizarla en cualquier momento.
REDUCCIÓN DE EMISIONES EN PUERTOS EUROPEOS
Por otro lado, el organismo comunitario también ha aprobado un acuerdo de sostenibilidad para la adquisición conjunta y la definición de especificaciones técnicas para equipos eléctricos de manipulación de contenedores usados en puertos europeos, facilitando así la transición de equipos diésel a eléctricos en los puertos de la UE, contribuyendo de esta manera a la reducción de las emisiones de CO2.
Específicamente, fue APM Terminals, operador de terminales portuarias del Grupo Maersk, quien solicitó a la Comisión que proporcionara orientación informal sobre este acuerdo con otros operadores para la adquisición conjunta de especificaciones técnicas mínimas para carretillas pórtico y lanzaderas eléctricas de batería, un tipo común de equipo de manipulación de contenedores utilizado en los puertos.
La evaluación de la Comisión indica que el acuerdo propuesto no plantea problemas bajo las normas antimonopolio comunitarias, pero ha advertido de que se debe garantizar la capacidad de los operadores de seguir comprando equipos de forma individual y que se limite tanto el volumen de las compras conjuntas como el intercambio de información sensible entre los participantes.
















