Mañana, la Comisión Europea desvelará su estrategia para abordar lo que califica como el “impacto injusto de la sobreproducción global” en el acero europeo. El plan incluirá una propuesta para reducir a la mitad los límites de acero que pueden entrar en la Unión Europea sin aranceles y aumentar los impuestos a las importaciones que excedan esta cuota.
La medida de salvaguarda actual, que impone un arancel del 25% al acero no europeo, ha logrado disminuir estas importaciones en un 15% desde abril. A pesar de ello, la medida se considera insuficiente y está prevista a expirar el próximo verano.
Por esta razón, el Ejecutivo comunitario propone ahora instituir de manera permanente estas salvaguardas con aranceles más altos, alcanzando el 50% una vez superada la cuota de importación libre de aranceles.
En un reciente encuentro con representantes del sector acerero, Stéphane Séjourné, vicepresidente comunitario de Prosperidad y Estrategia Industrial, aseguró que se adoptarán medidas para proteger la industria y promover las inversiones. Durante este evento, que tuvo lugar en Bruselas y se celebró a puerta cerrada, se destacó que la revisión de la cláusula de salvaguarda es crucial para la protección del sector a largo plazo, permitiendo elevar los aranceles al acero foráneo a niveles similares a los de Estados Unidos o Canadá, es decir, del 50%.
En una intervención ante la comisión mixta para la UE del Congreso y el Senado en España, Séjourné comentó que el acero es esencial para la soberanía nacional y justificó las medidas proteccionistas. Explicó que Europa no puede competir en un mercado dominado por precios de acero muy bajos debido a las subvenciones estatales chinas, y subrayó la importancia del acero para industrias claves como la automotriz y la de defensa.