La Comisión Europea ha lanzado tres nuevas propuestas legislativas este jueves para ajustar la normativa a la revisión actual de las reglas fiscales de Europa, incluyendo una medida para suavizar las penalizaciones impuestas a los países miembros que no respeten los límites del 60% de deuda y el 3% de déficit en relación al PIB.
Bruselas propone actualizar el reglamento de sanciones para eliminar o modificar disposiciones que ya son consideradas «obsoletas» y que no corresponden con las nuevas directrices fiscales. El objetivo es que el mecanismo correctivo de las reglas fiscales, que incluye los procedimientos por déficit excesivo y las sanciones financieras, funcione de manera más cohesiva.
Con la reforma, se busca eliminar inconsistencias o redundancias entre las normativas y adoptar un enfoque más gradual, permitiendo que las sanciones sean proporcionales y escalonadas de acuerdo con la gravedad del incumplimiento, en vez de ser medidas rígidas o automáticas.
«Seguimos manteniendo una postura muy cauta, pero creemos que un poco más razonable en términos del equilibrio entre los riesgos y la supervisión», indicó un alto funcionario del Ejecutivo comunitario.
La reforma sugiere que, en lugar de un depósito con interés –el 0,2% del PIB– por desviaciones significativas, se apliquen sanciones progresivas según la magnitud y persistencia del incumplimiento. Asimismo, si un Estado miembro ajusta a tiempo su desviación, se le eximirá de la sanción y se le reembolsará su depósito.
Además de simplificar el sistema de sanciones, la Comisión también propone una supervisión financiera más personalizada y ajustada al verdadero riesgo de reembolso. Propone, igualmente, mejorar la eficiencia en la financiación para los países fuera del euro mediante la reforma del mecanismo de balanza de pagos, reemplazando el sistema actual por una estrategia de financiación más diversificada, similar a la del fondo anticrisis o la asistencia macrofinanciera a Ucrania.