El esfuerzo necesario para adquirir una vivienda en España se está equiparando a las cifras registradas en los años 2006-2007, con un incremento en los precios de las residencias superior al 10% anual en el último trimestre, de acuerdo con la ‘XXII edición del Observatorio de la Valoración’ de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV). A pesar de este aumento, los especialistas rechazan la posibilidad de una ‘burbuja’ inmobiliaria a nivel nacional, aunque alertan sobre riesgos ‘regionales y específicos’.
El informe destaca que el 66% de los expertos de las sociedades de tasación y el 75% de los externos consideran que el alza en los precios se justifica por factores robustos, como una demanda solvente y un perfil de comprador más cauteloso que en el periodo pre-2008, además de condiciones de financiación más rigurosas.
Si bien la deuda hipotecaria no alcanza los niveles de la crisis previa, el documento señala que en zonas como Baleares o Canarias, donde más del 30% de las compras son realizadas por extranjeros, los precios experimentan una presión considerable. En ciertos sectores, se observan especulaciones relacionadas con el alquiler turístico y las inversiones orientadas a la rentabilidad, aunque estos casos son aún minoritarios, reflejando un riesgo de burbuja ‘regional y específico’ más que generalizado.
Jorge Dolç, secretario general de la AEV, ha enfatizado la persistencia de problemas estructurales en el mercado inmobiliario español, que se intensifican en determinadas áreas, y ha urgido a desarrollar una estrategia a medio y largo plazo que integre financiación, suelo y vivienda accesible para estabilizar el mercado.