El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha enfatizado que, aunque la Conselleria ha invertido más de 20 millones en eliminar desechos y restaurar infraestructuras en l’Albufera de València después de sufrir una dana, aún «queda todavía trabajo por hacer» y una de sus principales preocupaciones es «mejorar la coordinación» con el Gobierno central.
Martínez Mus ha expresado su deseo de «hablar por fin con la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica (Sara Aagesen) porque tenemos también colaboración que organizar y no la estamos consiguiendo». «Mientras tanto, nosotros hacemos todo lo que podemos para intentar recuperarlo cuanto antes», declaró en una entrevista con Europa Press.
El conseller relató que los daños ocasionados por la dana en l’Albufera, aunque significativos, «no es irreversible», se han agravado debido a que «el aumento de la temperatura del agua está obligando a hacer cosas que hasta ahora no se hacían, como abrir compuertas durante el día por ese color rojizo que tiene y esa variación en el fitoplacton que preocupa». «No sabemos exactamente cuáles son los efectos, de momento no hemos detectado ninguno perjudicial, pero está claro que hay que estar muy pendientes de lo que haya que hacer», añadió.
En los meses de junio y julio, la temperatura del agua del lago alcanzó los 32 grados, informó la Conselleria. Por esta razón, a principios del mes anterior se aprobó un decreto ley que cambia el régimen de apertura de compuertas en el parque natural, permitiendo su apertura en cualquier momento del día para asegurar una conexión continua con el mar mientras persistan los efectos excepcionales de las inundaciones y el calor extremo.
«EL DESTINO FINAL DE GRAN PARTE DE LA RIADA»
Las primeras semanas tras la apertura de compuertas han sido «positivas» ya que se ha conseguido reducir la temperatura varios grados y obtener más estabilidad, según la administración. Martínez Mus recordó que el parque «fue el destino final de gran parte de la riada: sirvió de laminación y de ayuda para que no fueran más los municipios afectados, pero sin duda ha recogido residuos y sedimentos de toda clase que le ha supuesto una afección importante». Aclaró además: «Es cierto que hasta ahora lo que tenemos detectado no es una afección irreversible, que tenga importancia ni en la flora ni en la fauna, pero es verdad que hay que revertirla cuanto antes».
La Conselleria inició en noviembre un plan de choque que incluyó la colocación de barreras cerco y labores de desobstrucción de compuertas y acequias en la zona próxima a la Pista de Silla. En una segunda etapa, se ha continuado con la limpieza de la red de acequias, la eliminación de restos flotantes del lago y la reapertura del centro de interpretación Racó de L’Olla, entre otras acciones.
A raíz de la riada, llegaron vertidos desde municipios como Torrent, Picanya y Paiporta a través del barranco del Poyo, pero en diciembre se logró «el vertido cero», según la Conselleria. También se instaló un colector de 5 kilómetros provisional en el barranco del Poyo. En los próximos meses, este colector provisional se convertirá en definitivo, lo que aumentará su resistencia.
PENDIENTES DE LA BATIMETRÍA
Consultado sobre cuándo cree que l’Albufera podría recuperarse completamente tras la dana, Martínez Mus señaló que aún no puede dar una fecha hasta que no concluya la batimetría que se está llevando a cabo en el lago, la cual mide «todo el calado en l’Albufera para ver dónde están los sedimentos y qué hacer con ellos». La batimetría comenzó en julio y se estima que durará unos tres meses. «Hay 600.000 euros que vamos a destinar a eso solo para obtener el diagnóstico», destacó el conseller.
«Cuando tengamos el diagnóstico, sabremos cuál es la siguiente fase», indicó. «Lo fácil, entre comillas, es retirar residuos y la reparación de las infraestructuras. Lo que no está ya completado va a comenzarse en las próximas semanas o como muchos meses, pero lo delicado, que es lo del fondo y que tiene que ir más con bisturí, va a tardar un poco más», anticipó.
A futuro, el conseller subrayó la importancia del gemelo digital de la provincia que está desarrollando el Institut Cartogràfic Valencià (ICV), el cual permitirá anticipar posibles fenómenos climáticos extremos.
A medio y largo plazo, el plan de choque de la Conselleria contempla una tercera fase en desarrollo. Esta incluye la redacción de proyectos de adecuación de reservas de la Generalitat afectadas por la riada, así como mantener la retirada de residuos y tierras en la zona de rotura próxima al barranco de Catarroja, donde el acceso con maquinaria era complicado.
Finalmente, la Conselleria ha confirmado que se realizará un seguimiento completo de la calidad de las aguas del lago en coordinación con el resto de las administraciones. El servicio de gestión de espacios naturales protegidos realiza estos controles en colaboración con el CSIC y universidades. Hasta ahora, se han realizado más de 2.600 análisis y el objetivo para finales de 2025 es superar las 4.000 y otras 400 muestras de fauna y del suelo, precisó la Generalitat.
Consultado sobre cómo el PORN de l’Albufera considerará las danas futuras, el titular de Medio Ambiente explicó que el PORN «lo que hace es ordenar cómo funcionar con los recursos que hay, no una planificación a futuro», y que «lo importante es que amplía el ámbito hacia el mar».
El conseller también pide más colaboración para la restauración del parque natural del Turia. «Hemos estado avanzando pero no al ritmo que nos gustaría», reconoció Martínez Mus, antes de señalar que la Conselleria tiene que coordinarse con la Confederación Hidrográfica del Júcar, que «va lenta».
INCENDIOS
Por otro lado, preguntado por la situación de partida de los montes de cara a la temporada de incendios forestales después de los daños causados por la dana, Vicente Martínez Mus aseguró que las actuaciones llevadas a cabo en los montes han permitido que la Comunitat Valenciana afronte la campaña de incendios «en condiciones normales».
El conseller explicó que los daños en infraestructuras de prevención por la dana ascendieron a 93 millones de euros, entre sendas, pistas forestales y depósitos. «La obsesión era llegar lo más preparados posible a la temporada de más calor y más riesgo de incendios y ahí nos pusimos como fecha objetivo el 1 de abril. A 1 de abril teníamos ya accesibles todas las instalaciones básicas de prevención de incendios», remarcó.
Así, sobre la situación de los montes, señaló que «los defectos que podamos tener de instalaciones pueden compensarse, aunque esté mal dicho técnicamente, con una mejor situación de humedad en los montes». Por tanto, cree que «estamos en condiciones normales, tan mal y tan bien como cualquier año normal».
















