Se anticipa que el consumo eléctrico en España podría experimentar un aumento de hasta el 105% para el año 2035, alcanzando los 479,8 teravatios hora (TWh), de acuerdo con un análisis realizado por EY junto al Instituto de Investigación Tecnológica (IIT).
Para el año 2030, el estudio prevé un crecimiento de la demanda eléctrica de entre un 33% y un 54%, lo que situaría el consumo entre 305,8 y 360,8 TWh, en línea con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
El informe señala que este incremento en la demanda será impulsado principalmente por la descarbonización de la industria y las infraestructuras, el desarrollo de los gases renovables y la digitalización, según datos proporcionados por la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelec).
Se espera también un incremento en la potencia instalada que podría alcanzar hasta 312 gigavatios (GW), destacando el papel del sector industrial y los nuevos focos de demanda energética.
El aumento en la demanda se verá fomentado por la electrificación de procesos industriales que operen a temperaturas inferiores a 400 grados centígrados, lo que podría representar hasta 129 TWh en 2035, y la transformación del segmento residencial, promovido por la instalación de bombas de calor de alta eficiencia y la expansión del vehículo eléctrico.
Adicionalmente, se contempla el desarrollo de nuevos vectores de demanda como el hidrógeno verde, los centros de datos, la electrificación de los puertos, las plantas desaladoras y la infraestructura de recarga pública, que podrían sumar más de 170 TWh en la próxima década.
INVERSIONES DE HASTA MÁS DE 6.300 MILLONES A 2030
Por otro lado, la inversión total estimada a nivel nacional en la red de distribución eléctrica para 2030 se calcula entre 4.586 millones de euros y 6.313 millones de euros, dependiendo del escenario de crecimiento de la demanda eléctrica considerado.
En un escenario más conservador, se considera que las necesidades de inversión derivadas del aumento de la demanda, la digitalización y la reposición de activos podrían ser compatibles con la ampliación de los límites establecidos en el proyecto de real decreto publicado el 12 de septiembre, que busca regular los planes de inversión de las redes de transporte y distribución de energía eléctrica.
Marta Sánchez, socia responsable de Energía de EY España, ha destacado que el crecimiento de la demanda eléctrica «es clave para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el PNIEC». Antonio Hernández García, socio de Sectores Regulados, Análisis Económico y Sostenibilidad en Consulting de EY, ha enfatizado que «estamos ante un cambio estructural en la forma en que generamos, distribuimos y consumimos la energía, que exigirá inversiones sostenidas y planificación territorial estratégica».